📅 Al día siguiente
El míster me ha castigado hasta el jueves sin entrenar. Dice que entiende mi reacción, pero que como jugador del Atlético no me puedo permitir estos comportamientos. Y que dé gracias a que hoy no había prensa y no ha trascendido. Joao también está castigado. Ha sido ruin y rastrero. Cuando dijo esas cosas de María me encendió la sangre y me fui a por él cegado por la rabia. Me quedé a gusto cuando le pegué. Y si no me llegan a separar le hubiera zurrado más. Puto niñato.
María. Pienso en ella y todo el cuerpo se me revoluciona. Tenerla entre mis brazos ha sido el paraíso, pero también el infierno, porque después de haberla probado, quiero más, la deseo todavía más. Quiero tenerla en mi cama desesperadamente. Tengo que convencerme a mi mismo de que eso está mal. Muy mal.
Desde ayer no le he cogido el teléfono a nadie. No tengo ganas de que me calienten la cabeza. Ni he mirado el móvil. Estoy tirado en el sofá de casa sin hacer nada. Anoche me bebí media botella de vodka y caí en la cama demasiado borracho para pensar en otra cosa.
El timbre de mi puerta suena. He pedido algo para cenar porque no tengo ganas ni de entrar a la cocina. Voy hacia la puerta arrastrando los pies y la abro. Mi boca se me seca y mi polla reacciona instantánea. María está en la puerta. La miro de arriba a abajo y me relamo los labios. Lleva un vestido que le queda por encima del muslo. El escote es profundo aunque lo tapa una chaqueta negra. Me mira enfadada. Me aparta a un lado y entra en mi casa.
- ¿Tú para qué quieres un móvil? -me dice cabreada. Me encanta cuando se pone así. Las mejillas se le ponen coloradas y sus ojos verdes despiden fuego. Cierro la puerta y la miro con deseo, con mucho deseo- llevo llamándote todo el día
- Paso de llamadas -le contestó dirigiéndome de nuevo al salón. Escucho sus pasos seguirme. Me siento desganado en el sofá mientras la miro cruzarse de brazos y mirarme
- ¡No me digas! No me había dado ni cuenta. Venga Mario dúchate y mueve el culo que tenemos menos de una hora para irnos
- ¿Irnos? - la miro confundido porque que yo sepa no he quedado con ella
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No logro olvidarme de tu boca (Cross 5)
RomanceMario hermoso está cansado de que las mujeres lo utilicen. En su vida hace mucho tiempo que no hay sitio para el amor. Después de un matrimonio fallido, juró que jamás volvería a casarse y mucho menos entregarle su corazón a nadie. Aunque a la única...