Mario hermoso está cansado de que las mujeres lo utilicen. En su vida hace mucho tiempo que no hay sitio para el amor. Después de un matrimonio fallido, juró que jamás volvería a casarse y mucho menos entregarle su corazón a nadie. Aunque a la única...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
📅 Días después
María estaba en su despacho mirando el sobre que tenía en la mano. Le daban ganas de tirarlo a la basura, pero luego le preguntarían por el y seguramente alguien se enfadaría. Resoplo y fue derecha a los vestuarios del equipo. Llamó antes de entrar preguntando si estaban todos visibles. La hicieron pasar, pues hacia rato que el entrenamiento había terminado y ya estaban todos vestidos. Vio a Mario en una esquina y él la miró sonriendo. Ella le devolvió la sonrisa con rapidez. Cuanto antes acabara con esto, mejor.
- Saúl, Mario, Joao y Carrasco -les dijo Maria-¿podéis acercaros un momentito?
- ¿Ya nos vas a regañar María? -le dijo Saúl riéndose. Ella le sonrió forzadamente y suspiró. Se acercaron todos a ella y los hizo sentar
- Os han invitado el domingo a ver un desfile de la Madrid Fashion Week -les dijo ella fastidiada
- ¡Hala! -dijo Carrasco- es la primera vez que me invitan
- Yo ya he ido un par de veces -dijo Saúl- es aburrido. ¿Hay que ir a la fuerza?
- Sino queréis, no hace falta -les dijo María sintiéndose más contenta
Mario la miraba disimuladamente. Por suerte, nadie se había dado cuenta en Nochevieja de que se habían besado. De lo único que sus compañeros estaban preocupados era de con quien se había enrollado Mario en la cocina. Nadie sospechaba que era Maria. Y si alguno lo hacía, a él le daba igual. Ya no pensaba esconderse más.
- ¿Y de quién es el desfile? –le preguntó Joao en su inocencia
- Pues... -María resoplo- de Women's Secret
La cara de los cuatro cambió en cuanto lo dijo. Hasta Mario dejó asomar una sonrisa. Putos tíos, pensó María, todos eran iguales.
- Bueno María –dijo Saúl condescendiente - si nos han invitado, tendremos que ir, estaría feo si no lo hiciéramos
- Eso –dijeron los otros dos. María miró a Mario y él se encogió de hombros
- No los voy a dejar solos –contestó él. Si, María estaba enfadada, y quería borrarle a Mario la sonrisa de una buena hostia
- Bien –dijo ella tendiéndoles el sobre- sólo espero que el mañana le ganéis al Madrid, porque quedaría muy feo que os metan 4 ó 5 goles y que lo celebréis en el desfile
- ¿Por qué crees que nos van a ganar? –le dijo Mario muy molesto
- Porque juega mi hermano
María le dio una sonrisa irónica y salió de allí. Tenía un montón de cosas que hacer. Entre ellas preparar el partido del Bernabeú. Sus tacones resonaban por todo el pasillo. Estaba muy cabreada. Puto desfile y putos tíos. Sintió unos pasos andar detrás de ella y unas manos que la giraban.
