📅 Primeros de Octubre
Nadie me entiende. Nadie parece comprenderme. ¿Tan difícil es de ver que realmente lo estoy pasando mal? Siento que ya no sirvo para nada. Que las personas más importantes de mi vida, no me necesitan. Y es muy duro estar así. Sentirse así. Angustiada. Triste. Y muy culpable. Eso es lo que me mata. La culpabilidad.
- No creo que sea buena idea -le digo a mi madre cruzando los brazos. Ella sostiene a mi pequeño Martín en una mano mientras con la otra le pone el chupete a Aurora- pero mírate, si te faltan manos
- María, ¿quieres callarte de una vez y largarte? Estoy bien, y tu padre llegará ya mismo. Además, estos niños tienen dos abuelos más -mi madre me mira frunciendo el ceño y yo me doy la vuelta enfadada
Mario me mira frunciendo el ceño enfadado. Llevamos más de 10 minutos en el vestíbulo y aún no me atrevo ni a moverme.
- ¿Podemos irnos ya? -me pregunta Mario abriendo la puerta de casa de mis padres. Ahora mismo lo odio por obligarme a irme
- Si no hay más remedio -le contesto acercándome a mis hijos. Le doy un beso a Aurora y ella me echa los bracitos- adiós mi vida. Portaros bien
Hago lo mismo con Martín aguantándome las lágrimas. Los beso a los dos de nuevo y dejo escapar un largo suspiro.
- Vete tranquila María. Estaremos bien -me dice mi madre besando mi mejilla
Ellos estarán bien, pero, yo no lo estoy. Y no le importa a nadie.
- Cualquier cosa mamá...
- Si, no te preocupes, y disfruta, que de eso se trata
Me doy la vuelta mordiendo mis labios intentando no llorar. Miro por última vez a mis hijos y salgo de casa de mis padres pasando por delante de Mario. Bajo las escaleras y espero a que abra el coche sin mediar palabra con él.
En cuanto lo abre, me monto en el asiento del copiloto y me pongo el cinturón esperando a que arranque. Pasan unos cuantos segundos y mi marido no hace ademán de mover ni un dedo. Ladeo mi cabeza para mirarlo y él está con su mirada fija en la mía apretando su mandíbula.
- ¿Qué? -le pregunto mirándolo
- ¿Cómo que qué? Joder, María. Que es nuestro primer aniversario de casados. Deberías estar contenta de que lo vayamos a celebrar y más parece que te llevo a la guerra o algo así. Si no quieres ir, lo dices y punto
- Pues vale
- ¿Vale qué?
- Que hagas lo que te salga de los huevos Mario, siempre lo haces
- Más bien serás tú la que últimamente siempre se sale con la suya
- Menos hoy
Mario aprieta el volante con tanta fuerza que los nudillos se le ponen blancos. Agita su cabeza cabreado y arranca el coche mordiéndose la lengua. Yo cruzo mis brazos y miro por la ventana quitándome una lágrima que acaba de salir de mis ojos.
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No logro olvidarme de tu boca (Cross 5)
RomanceMario hermoso está cansado de que las mujeres lo utilicen. En su vida hace mucho tiempo que no hay sitio para el amor. Después de un matrimonio fallido, juró que jamás volvería a casarse y mucho menos entregarle su corazón a nadie. Aunque a la única...