Mario hermoso está cansado de que las mujeres lo utilicen. En su vida hace mucho tiempo que no hay sitio para el amor. Después de un matrimonio fallido, juró que jamás volvería a casarse y mucho menos entregarle su corazón a nadie. Aunque a la única...
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Mis niños acaban de irse y nos han dejado solos a Marco y a mi. Estoy tan nerviosa que no puedo parar de temblar. Mi marido se acerca a mi acariciando mi mejilla muy preocupado.
- Peque, ¿Qué pasa? Me tienes asustado cariño
- Marco –le dijo intentando que el labio no me tiemble- tengo algo que contarte
- Dime que te pasa. Sea lo que sea lo vamos a solucionar. Como hacemos siempre –Marco me coge de la cintura y sigue acariciando mi mejilla con mucha dulzura
- Yo...creo... que estoy embarazada
La mano de Marco se queda quieta haciendo que me ponga nerviosa, porque no sé como va a reaccionar. Él me mira y de pronto su cara cambia radicalmente. Sonríe de oreja a oreja y me abraza emocionado.
- ¿Lo dices en serio peque?
- No lo sé... -le contesto- tengo un retraso de casi 10 días. Es que no sé Marco. Puede ser que sea la menopausia
- Claudia, tienes 40 años cariño, creo que es pronto para la menopausia...
- No tiene porqué. Hay mujeres que la han tenido antes de tener mi edad. ¡Joder Marco! ¡Que tengo 40 años!
Y me echo a llorar como una tonta. Me llevo las manos a la cara y doy rienda suelta a mis nervios. Marco me abraza poniendo sus brazos en mi cintura. Acaricia mi espalda para que me tranquilice.
- Claudia, mírame, por favor –me quito las manos de la cara y lo miro. Está tan tranquilo. Su mirada siempre me da paz- vamos a hacer una cosa. Te vas a hacer la prueba de embarazo, eso lo primero, y después, ya veremos
- Vale. De hecho, ya había comprado una. Estaba esperando para hablar contigo
- Pues venga, vamos a por ella
Marco me da un suave beso en los labios y me coge de la mano. Lo llevo hasta arriba, hasta nuestro dormitorio. Abre la puerta y me deja pasar. Voy hasta el cajón de la cómoda y lo abro. Saco la prueba y entro al baño. Después de orinar en el palito, lo dejo allí, encima del lavabo. Salgo del baño y me encuentro a mi marido sentado en la cama.
- Ven peque –me dice. Le doy la mano y tira de mi hasta sentarme en sus rodillas. Con su mano acaricia mi pelo y me da un largo beso en los labios
- Marco. ¿Tú quieres tener otro hijo?
- Siempre he querido tener otro hijo Claudia
- ¿Y por qué no me lo habías dicho nunca? –le pregunto sorprendida
- Pues... -Marco se lleva la mano a su pelo y se rasca la cabeza- no sé. Fuimos padres tan jóvenes, que no sé...pensé que a lo mejor tú no tendrías ganas...
- ¡Marco! Deberías habérmelo dicho amor –le digo poniendo mis manos en su cuello
- Ya, pero...bueno, no sé...ya teníamos los dos niños, y da igual Claudia
