📅 Principios de Marzo
De verdad que estoy intentando concentrarme, lo juro. Pero es que María me distrae. No ayuda mucho que esté sentada en el césped con un bolígrafo en su boca y frunciendo los labios cada vez que escribe. Desde que le dije que me encanta cuando se los pinta de rojo, siempre los lleva pintados de ese color. Y me la pone como una piedra cuando lo hace. No puedo dejar de mirarla. Es tan bonita. Es la mujer más guapa que he visto en mi vida.
Desde el día de los enamorados, siento que nuestra relación está avanzando cada vez más. Y me gusta el camino que está tomando. La he llevado a comer a muchos de los sitios que me gustan y he disfrutado viéndola sonreír con cada una de nuestras salidas. Hasta fuimos un día al cine a ver una de esas películas románticas que tanto le gustan. Algo tan sencillo como compartir unas palomitas con ella, a su lado se convierte en un momento increíble. Me gusta mucho estar con Maria. Nunca he estado tan agusto con nadie como con ella. Y si, hace tiempo que se me olvidó que tiene 20 años porque hay veces que es más madura que yo ochenta veces.
- Concéntrate muro -me dice Koke dándome un coscorrón
- Estoy concentrado -le digo mirando por encima de su hombro para ver como María se levanta y se dirige hacia el banquillo
- Sí, claro. El entrenamiento es aquí -me dice señalando esta parte del campo- no más para allá
- Vale. Lo siento -me doy la vuelta para no mirarla más y Koke niega con la cabeza riéndose
- Ay Mario. Mis plegarias han sido escuchadas. Estás enamorado...
- ¡No sé de qué me hablas! -empiezo a trotar hacia la banda cogiendo mis tobillos conforme lo hago. Giro mi cabeza y vuelvo a mirar a María. Koke se ríe y me da un puñetazo en el hombro. Le respondo y estamos así unos segundos haciendo como que nos peleamos
- La vas a gastar de tanto mirarla. He tenido una idea - me dice Koke mientras nos damos la vuelta para correr hacia el otro lado- pídele salir
- ¿Qué le pida salir? -le pregunto riéndome
- Si, así lo haceis oficial. Y no tenéis que esconderos más. Que madre mía os coméis con la mirada en los desayunos
- Humm - le digo pensativo- Pedirle salir... me gusta tu idea
Koke me da una colleja y yo intento esquivarlo. Seguimos entrenando hasta que un grito llama nuestra atención desde la zona del banquillo. Me vuelvo para mirar y veo a María tirada en el suelo. Sin pensarlo salgo corriendo para llegar hasta ella con el corazón a punto de estallarme. La veo chillar y cogerse la mano la cual está ensangrentada. Me agacho muy preocupado. El corazón se me va a salir por la boca.
- María, ¿qué ha pasado? -le digo intentando coger su mano
- Vamos, vamos, dejadla -dice el preparador físico. Es que no sólo soy yo el que ha venido corriendo, Koke, Saúl, Jan y Luis también han venido
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No logro olvidarme de tu boca (Cross 5)
RomanceMario hermoso está cansado de que las mujeres lo utilicen. En su vida hace mucho tiempo que no hay sitio para el amor. Después de un matrimonio fallido, juró que jamás volvería a casarse y mucho menos entregarle su corazón a nadie. Aunque a la única...