52. El pasado es pasado

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📅 Al día siguiente

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📅 Al día siguiente

- ¿Y porqué no podemos irnos ya? -miro a María y pongo carita de perrito abandonado. Hasta le pongo morritos y todo

- Porque acabamos de llegar Mario -me dice ella regañándome- esta fiesta es para vosotros, estaría feo que nos fuéramos tan pronto

- Es que no quiero estar aquí -pongo una de mis manos en su mejilla acariciándola

- ¿Y dónde quieres estar Hermoso? -me pregunta ella suspirando

- Ya lo sabes -acerco mi boca a su oído y siento como su piel se pone de gallina- en nuestra cama

- No sé ni para que me molesto en preguntar -María rueda sus ojos y entrelaza sus manos en mi cuello mirándome haciéndose la fastidiada.

Hoy ha sido un día muy intenso. Visitas a la Comunidad y a la Alcaldía para ofrecerles la Champions, y luego al Wanda para el fin de fiesta. Estoy muy cansado. Estoy deseando que llegue el miércoles. María y yo nos vamos de vacaciones. No le he dicho donde vamos, es un secreto, y sé que le va a encantar. Acabamos de terminar de cenar todo el equipo en un restaurante del centro y ahora estamos en una macro-discoteca para el fin de fiesta. María está preciosa con su vestido negro ajustado. No puedo dejar de mirarla, ni a ella ni a su corto vestido, ni a su escote, bueno, ni a todo. 

Estamos sentados en un sofá. Ella está encima de mi y yo aprovecho para acariciar su muslo desnudo. Nos miramos a los ojos y sus labios buscan los míos con mucha prisa. Es un beso desesperado y no puedo evitar gemir al sentir su boca estrellándose una y otra vez contra la mía. Mis manos están enredadas en su pelo y tiro de él para acercarla más a mi y poder profundizar el beso. Quiero devorarla entera, estoy hambriento de sus labios y de sus brazos en mi cuerpo. María me provoca de unas maneras que nunca nadie me había provocado.

- Parecéis dos adolescentes enrollándoos en la parte oscura de la discoteca -nos dice Saúl sentándose a nuestro lado. María se separa de mis labios y pone su cabeza en mi pecho

- ¿No hay por ahí ninguna tía que se haya quedado hechizada con tu belleza? -le pregunto gruñéndole

- La verdad es que no -responde Saúl encogiendo sus hombros

- Deberías pasearte por la parte de abajo y exhibirte, seguro que alguna cae. Que ser campeón de Europa da mucho morbo

- ¿Es que queréis que me vaya?

- ¡Si!

- ¡No! -dice María levantándose de encima mía- anda quédate un poco con él, Saúl. Yo me voy a por un refresco y a hablar un rato con Clara y las chicas

- ¡No, María! -le grito mientras la cojo de la mano para que vuelva. Ella me saca la lengua y se va a una esquina del enorme reservado con Clara y otras mujeres- ¡no me dejes solo con él!

No logro olvidarme de tu boca (Cross 5)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora