Mario hermoso está cansado de que las mujeres lo utilicen. En su vida hace mucho tiempo que no hay sitio para el amor. Después de un matrimonio fallido, juró que jamás volvería a casarse y mucho menos entregarle su corazón a nadie. Aunque a la única...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
📅 Mediados de Junio
Llevo 3 semanas viviendo con Mario. Y puedo decir que es increíble. Él me ha hecho sentir que es mi casa desde el minuto 1. Me ha hecho sitio en su armario y en su dormitorio para mis cosas. Me ha dejado que cambie muebles de sitio para que sienta que también es mía. Me cuida muchísimo y la convivencia está resultando ser más fácil de lo que pensaba. Aunque cada uno tenemos nuestro carácter. Pero cuando Mario está conmigo es la dulzura personificada. Dios, estoy tan feliz de estar con él. Todo lo que me está pasando ahora es maravilloso, porque él lo es. A veces parezco una tonta enamorada cuando lo miro y cuando hablo así de él. Cuando me doy cuenta le echo la culpa a las putas hormonas, que son siempre el comodín del público.
Llevamos en Los Ángeles de San Rafael desde el viernes. Diego y el cuerpo técnico decidieron que nos concentráramos nada más jugar el jueves el último partido de liga, para la final del sábado de la Champions. El Real Madrid le ganó la Copa del Rey al Barcelona por 3-0. Mi hermano metió un golazo de falta que le dedicó a Enzo. La liga la ha ganado la Real Sociedad. Nosotros hemos sido segundos y el Madrid tercero. Mi padre ha renovado por dos temporadas más con los blancos. Se lo merece.
Nosotros llevamos aquí 5 días, concentrados, y sólo pensando en la final contra el Bayern. Aunque el ánimo de algunos jugadores está decayendo porque echan de menos a su familia. Estoy sentada con Mario, Koke, Saúl y Luis Suárez comiendo. Veo al argentino fastidiado y sin ganas de nada.
- No es justo tantos días sin ver a la familia, joder –dice Luis jugando con su tenedor sin apenas probar la comida
- Es lo que hay tío. Otra cosa no podemos hacer –le contesta Mario bebiendo un sorbo de agua de su vaso
- Para ti es fácil, tienes aquí a la parienta –le dice señalándome
- Te vayas a creer que nosotros estamos todo el día juntos –le contesto comiéndome una manzana- que mi habitación está en otra planta
- Si, pero por lo menos podéis veros todos los días... yo echo mucho de menos a mis niños. Cuando nazcan los vuestros ya me lo diréis, boludos
Miro a Luis y le doy un golpe en el hombro. El resto de jugadores están prácticamente igual. Me muerdo los labios pensativa y me levanto.
- ¿Dónde vas? –me pregunta Mario cogiéndome la mano al pasar a su lado
- A ver si puedo hacer algo –le contesto acariciando su pelo
Me dirijo a la mesa donde está Diego con sus ayudantes y con uno de los fisios. Me siento en su mesa y están discutiendo sobre tácticas y demás. Es de lo único de lo que se habla estos días.
- Claro –me dice Diego. Los demás se callan y me miran
- Los jugadores quieren ver a sus familias
- Estamos concentrados. El sábado nos jugamos toda la temporada. Tienen que saberlo. Porque estén unos días sin verlos no les va a pasar nada –me dice el Cholo
