📅 14 de Agosto
Estoy esperando a Mario en casa de mis padres. Ha tenido que ir a hacer no se qué a San Blas y hace un rato me ha mandado un mensaje diciendo que ya venía. Son casi las 23.30 y estoy algo cansada de todo el día. Mi madre llega y se sienta a mi lado. Tiene cara de cansada también.
- ¿Estás bien María? -me pregunta al verme bostezar
- Tengo sueño. Porque viene Mario ya, que si no me acostaba. ¿Y tú como estás mamá?
- Cansada también. Y echando mucho de menos a tu hermano
- Si, yo también lo echo de menos, la verdad. Pero estoy segura de que le va a ir muy bien en el Málaga, si míralo ya ha marcado un gol en su primer partido
- Voy a dejar la Fundación -me dice mi madre resoplando
- ¡Mamá! ¿Y eso? Si llevas toda la vida ahí -le digo sorprendida. Mi madre empezó a trabajar en la Fundación del Real Madrid estando embarazada de mi. Empezó en la parte administrativa y ha acabado en puestos directivos. Se me hace extraño que quiera dejarla
- Estoy cansada María. Ya no tengo 20 años. Ahora tengo otras prioridades en mi vida, y seré egoísta, pero quiero dedicarme por completo a tu hermano. Quiero tener tiempo para estar con él y disfrutarlo...
- Pues me parece muy bien mamá. Que te voy a decir yo si voy a hacer lo mismo
El timbre de la puerta suena y me levanto para abrir. Salgo del comedor y cojo el portero.
- Soy yo María, ¿sales? -me dice Mario al otro lado del telefonillo
- Ya voy
Entro de nuevo al comedor y me despido de mi madre con un beso y un abrazo. Salgo del comedor y salgo de casa de mis padres. Mario ya está esperándome en el coche. Me monto en él y después de ponerme el cinturón lo beso.
- ¿Todo bien? has estado mucho rato en San Blas
- Si...todo bien...ya sabes, las nuevas equipaciones para la temporada, y todas las demás cosas...
- Vale. ¿Has cenado? -le pregunto reprimiendo un bostezo
- Si, un bocadillo con Antonio
- Mario -le digo mirando por la ventana porque hemos dejado atrás nuestro barrio- te has pasado nuestra calle
- Lo sé -me dice enigmático y con una media sonrisa
- ¿Dónde vamos? -le pregunto confundida
- A un sitio -me contesta él sin dejar de sonreír
- Mario -le digo regañándole
- Confía en mi pecosa -Mario pone su mano derecha en mi muslo acariciándome para que me tranquilice.
Resoplo frustrada porque mañana es mi cumpleaños y le he dicho miles de veces que no quiero hacer nada. Pero claro, es Mario Hermoso y él hace lo que le da la puta gana. Permanezco en silencio todo el camino sin saber donde me lleva. Sólo la música del coche rompe este silencio. Me cruzo de brazos y Mario no hace ni por hablarme. Está muy atento a la carretera. A los 20 minutos y después de haberse metido por una salida de un pueblo que no conozco, llegamos a un hotel de piedra con forma de castillo. Miro a Mario confundida y le doy un golpe en el hombro pero él sólo se ríe. Entramos dentro y nos esperan en la puerta. Nos bajamos del coche y un muchacho se lo lleva para aparcarlo.
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No logro olvidarme de tu boca (Cross 5)
RomansaMario hermoso está cansado de que las mujeres lo utilicen. En su vida hace mucho tiempo que no hay sitio para el amor. Después de un matrimonio fallido, juró que jamás volvería a casarse y mucho menos entregarle su corazón a nadie. Aunque a la única...