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Salí de ahí caminando y me dirigí al edificio donde me alojaba. Estaba en ruinas, pero poco mas podía permitirme. Decidí descansar un poco. Solo necesitábamos la confirmación sobre el plan de Eren, y, si todo salía bien, ya podría irme de aquí. 

Me levanté al escuchar un papel chocar contra la madera del suelo. Cuanto tiempo había dormido? Me levanté, abrí la ventana esperando que entrara la luz del día, pero para mi sorpresa ya era de noche. Cogí la carta y me senté en la cama.

Eren ya nos ha dicho cuando atacará. No sabemos si te enviará una carta a ti también, pero por si acaso te informamos. Eren quiere conseguir el titán martillo, para eso, atacara a la familia Tybur mientras hacen su discurso pasado mañana por la noche. Queremos que mantengas a los soldados mas capacitados a raya desde el suelo. Lamentamos decirte esto, pero es posible que, si las cosas empiezan a torcerse, tengas que eliminar a alguno. Armin se transformará para acabar con la flota marina, luego de eso, partiremos con un dirigible. Alguien bajara a buscarte con el equipo de maniobras para que puedas subir cuando te veamos.

No queríamos darte una labor tan dura, pero confiamos en ti _______

Hange Zoe

Leí la carta un par de veces mas, cogí un papel y respondí. Nos vemos de aquí dos días.

Necesitaba hablar con Eren. No sabía donde enviarles la carta, y también quería preguntar por que no me mantuvo informada de esto. No había nadie por la calle, sin embargo todo estaba muy iluminado. Supuse que Eren estaba en el hospital, haciéndose pasar por un herido, así que fui allí. Por el camino, vi la plaza donde realizarían el discurso. Estaban construyendo un escenario y unos bancos, y también habían decorado con guirnaldas el espacio entre farola y farola.

Pasé de largo y volví a dirigirme hacia el hospital. Al estar delante de este me di cuenta. Era de noche y las puertas estaban cerradas. No tenía mucho tiempo, así que tenía que encontrar alguna manera de entrar. 

Xx: Que haces aquí fuera?

Escuché a alguien al otro lado de la pared. No podía ver quien era, pero reconocí su voz. 

_______: Por que no me has dicho nada sobre todo esto, Eren?

Eren: Te han enviado una carta?

_______: Si 

Eren: -suspiró y siguió hablando- Estarás? 

_______: Tengo que evitar que te maten.

Eren: No confías en mi?

_______: Y tu en mí? -se quedo callado- No he sabido de ti desde hace tiempo, y ambos sabíamos que el otro estaba aquí.

Eren: No quería que fueras. Si evacuabas junto a los otros no tendría por que pasarte nada. Pero han tenido que meterte en esto.

_______: Quieres que me camufle entre ellos? Que sea uno de ellos? He estado mas tiempo que tú haciéndome pasar por uno de ellos. Voy a hacer lo que tenga que hacer para que no acaben contigo por culpa de tu impulsividad e irresponsabilidad. Mas te vale no complicar las cosas, la vida de los demás estará en tus manos. 

Dicho eso me fui, enfadada. No quería escuchar la respuesta de Eren. Había cambiado mucho, casi ni le reconocía. No me acordé de preguntarle a que dirección enviaba las cartas, pero los demás ya tenían clara cual era mi respuesta. 

Aproveché que era de noche y fui a coger equipamiento para pasado mañana. El cuartel donde guardaban las armas, granadas y demás estaba protegido por dos guardias. Conocía ese edificio como la palma de mi mano. Tuve que colarme por la parte trasera, a través de un agujero que hice la primera vez que me colé. Cogí todo lo que pude y, si lo sumaba con todas las cosas que ya tenía robadas en mi casa, tendría mas que suficiente. Aunque tenían un ejercito bien formado, la seguridad que había era muy baja y, a veces, inexistente. Volví sin ser descubierta y estuve toda la noche despierta preparando mi ataque. 

Escondí todo lo que había preparado al escuchar gente por la calle. Abrí la ventana y la luz inundo mi habitación. Salí a ver que ocurría. Había un festival organizado. Gente de todos sitios paseaban por los puestos de comida, miraban joyas o charlaban entre ellos. Entre todo ese alboroto diferencié un grupo de personas.

Porco: Renée! -movía la mano para que les localizase-

Me acerqué a ellos pasando por entre toda la gente. Porco, Pieck y Reiner estaban acompañando a los cuatro niños de ayer. 

Porco: Reiner nos esta comprando comida, quieres? -señalo a Reiner quien estaba pagando al chico que vendía helados-

_______: No, estoy bien, gracias -sonreí-

Xx: Tu, tu estabas junto a nosotros en las trincheras -un niño rubio me habló-

Pieck: No os conocéis? Renée, ellos son Gabi, Falco, Zofia y Udo, los candidatos para heredar al titan acorazado.

_______: Encantada.

Zofia: También te recuerdo, eras la única que no temblaba -dijo mientras comía-

Pieck: Es que ella es muy fuerte -dijo acariciando el pelo de la niña-

Reiner: Habéis gastado todo mi dinero...

Gabi: Oye Reiner, iremos juntos al discurso, no?

Porco: Renée, ven con nosotros también.

_______: Me encantaría, pero seguramente estaré patrullando las calles.

Pieck: Ya nos veremos una vez acabe.

_______: Si

Estuve todo el día con ellos. Pieck volvió a sacar el tema de presentarle mis padres. Como sabía como irían las cosas, le prometí que podría hablar con ellos cuando nos reuniéramos todos. Al escuchar esa respuesta me miró con los ojos abiertos. A cambió, le regalé una de mis sonrisas.

Me informaron sobre mi posición para mañana. Estaría junto a un grupo de 3 personas, patrullando la zona de la entrada. También investigué sobre la posición de los demás. La mayoría de los superiores estarían o disfrutando del discurso o vigilando la zona del escenario. Si eso era verdad, a la mínima de alboroto tardarían bastante en equiparse con armas, cosa que me favorecía. Esa noche, estuve escondiendo por toda la ciudad balas, diferentes armas de fuego y blancas, y granadas. 

Dormí pocas horas y entrené toda la mañana. Ya tenía que estar en mi posición después del mediodía. Escondí debajo el traje diferentes cosas y me dieron una escopeta. Cuando Eren se transformara empezaría a moverme, pero hasta entonces no debía actuar sospechosamente. El sol ya estaba bajo, muchos de mis compañeros habían bajado la guardia. 

Fue entonces cuando, por los altavoces que habían colgado por todas las calles, empezó a sonar el discurso. No le presté mucha atención. El discurso estaba llegando a su fin. Me levanté del suelo y me puse de pie en medio de la calle, ganando la atención de mi equipo

Xx Donde vas? -me preguntó uno de ellos-

Puse las balas dentro del arma. Ellos no se movían. 

Xx: Oye, que haces!

Mi espalda se ilumino de amarillo. Eren ya había empezado. Antes de que pudieran reaccionar les disparé, camuflado el sonido del disparo con el rugido de Eren. Recargué las balas que había gastado y me fui de ahí corriendo. Ya no había vuelta atrás.

SNK x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora