SNK x lectora

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Y dicho esto se alejó con el mismo paso apresurado de antes. Se me quitó la alegría de hace un momento.

Pov _______

Cuando Jean se fué me volví a tumbar. Continuaba teniendo frío y las mantas no eran suficiente. Tampoco me quedaban pañuelos. La verdad es que había empeorado, y se notaba. Me giré quedando boca abajo, y esperé a que algo pasará. No tenía mas sueño y mirar el techo de madera me aburría.

Alguien llamó a la puerta. Contesté con un "si?" pero al estar boca abajo no se escucho, y me daba pereza moverme. Dicha persona entro, inundando la habitación de comida. Ahí me dí cuenta de que me moría de hambre. No había desayunado y ya era hora de comer. Me incorporé para saber quien era el salvador que me había traído comida.

Bertholdt: Hola _______ -dijo una vez dejó la bandeja de comida y se sentaba a mi lado- Que tal estás?

_______: No muy bien que digamos. Que hay para comer?

Bertholdt: Pues lo de siempre

Pensaba que me traería alguna comida diferente y especial, pero no se que esperaba. Estar enferma no era ningún privilegio. Una vez incorporada encima de la cama mire el plato. Sopa de verdura y pan. Que divertido!

_______: Gracias por traerme la comida -dije intentando sonar lo mas amable posible-

Bertholdt posó la bandeja encima de mis piernas y me dio una cuchara. Saqué mis manos de debajo las toneladas de mantas y me dispuse a comer. Cogí la cuchara y me di cuenta que me temblaba la mano. Tan mal estaba? Aún así pude llenar la cuchara con algo de sopa, pero una vez lo conseguí un estornudo volvió a salir de mí. Con el brazo contrarió llegué a taparme la boca a tiempo, pero al moverme todo el proceso de poner la comida en la cuchara se desvaneció.

Bertholdt soltó una risa. A mi no me hacía gracia, pero no pude evitar sonreír ante mi poca profesionalidad.

Bertholdt: Déjame que te ayude -dijo cogiendo el plato con la sopa junto la cuchara aún dejando la bandeja encima de mis piernas.-

Me dió de comer. Que vergonzoso. Parecía una niña pequeña.

Una vez terminamos, colocó el plato ahora vacío encima de la bandeja y la dejo encima de la mesita.

Bertholdt: De quien son estas flores?

_______: Jean ha venido antes y me las ha traído.

Bertholdt: Lo siento por no traerte nada. -se le veía realmente apenado-

_______: Que va que va, con la comida me has arreglado el día.

Estuvimos hablando unos minutos mas. Me explicó lo que hicieron esta mañana. Tampoco fue nada especial, pero lo normal me gusta. Mejor era eso que estar aquí sin hacer nada.

Pov Bertholdt

Parecía una muñeca. Tenía las mejillas rojas y el pelo suelto. Le costaba mantener los ojos abiertos, ya que los tenía rojos y cansados. Estaba tan débil que no podía ni comer, así que tuve que ayudarla a hacerlo. Todo era muy tranquilo. Se escuchaban los pájaros a través de la ventana mientras manteníamos una charla calmada.

Vi que Jean le trajo flores. Así que cuando me lo crucé por el pasillo salía de aquí... El ramo era bonito, por qué negarlo. Desprendía un aroma fresco y dulce. Y yo le llevé sopa con pan, que buen detalle.

Bertholdt: Voy a dejar los platos en la cocina, ahora vuelvo -dije cogiendo la bandeja y dirigiéndome a la puerta-

_______: Puedes traer más pañuelos, por favor?

Bertholdt: Claro, nos vemos.

_______: Adios~ -dijo alargando la última sílaba-

Cerré la puerta a mis espaldas y sonreí feliz. Me encantaba pasar tiempo con ella. Fui con un paso acelerado a dejar la bandeja. Luego fui a buscar mas pañuelos y me dirigí nuevamente a la habitación donde estaba _______. A medida que me iba acercando se escuchaban voces de dentro. Ya había alguien? Llamé la puerta para saber quien era con la escusa de los pañuelos. Sasha me abrió la puerta.

Sasha: Bertholdt? Que haces aquí?

Al fondo pude ver como Mikasa también estaba con _______, la cual me saludó con la mano al verme a través de la puerta, ya que Sasha no me dejó entrar.

Bertholdt: _______ me ha dicho que necesitaba mas pañuelos -dije mostrándole la caja-

Sasha: Gracias! -dijo arrebatandomelo y cerrando la puerta en mis narices-

Me quedé parado delante de la puerta por un rato. No había ido lo suficientemente rápido para volver a tiempo.