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Miraba el techo anteriormente blanco, ahora grisáceo, mientras Mikasa ya dormía. Debería haberme quedado?

Me levanté sin ánimos y, sin despertar a Mikasa quien seguía dormida como un tronco, me preparé para salir. Hoy tenia que hacer unos cuantos recados. Antes de salir me paré en el cementerio y puse un ramo de claveles rosas encima de la tumba de Sasha. Caminé unos pocos pasos mas y añadí otra gardenia en la tumba del antiguo comandante.

Salí apresurada de ahí. A diferencia de ayer, hoy hacia mas sol. Habían pocas nubes y hacía bastante calor. Las calles estaban llenas de niños jugando. Mientras caminaba no pude evitar pensar en Eren. Ya no era el de siempre, se había convertido en un monstruo. No debía juntarme con él, me daba miedo, me daba asco. Eso era lo que quería pensar, pero un nudo en la garganta me lo impedía. Él lloró, en mis hombros, y aún así me fuí. 

Paré en seco y me llevé la mano a la frente. Por qué había hecho eso? Tenía que volver a hablar con él, pero no podía, no después de lo de ayer. Cogí aire y seguí con mi camino. Entré en el local donde acordé encontrarme con el señor Braus. Al ver que no estaba me dirigí a la barra.

Dedrick: _______!

Lanzó el paño que cubría su hombro izquierdo y se acercó corriendo con los brazos abiertos. A causa de la velocidad y fuerza con la que venia me levantó. Aunque parecía imposible, era mucho mas alto.

_______: Hey

Dedrick: Como que "hey"?! Hace años que no nos vemos! Dios mío _______, estaba preocupadísimo! Y si te había pasado algo? Menos mal que estas bien... bueno, estas bien? -me cogió de las mejillas- que tienes en el labio? -tocó la cicatriz que me hice con delicadeza- como te has hecho esto? Espera, voy a buscar algo y-

Dejé caer mi cabeza encima de su pecho.

Dedrick: _______?

_______: Me alegro de verte -le rodeé con los brazos-

Dedrick: Yo también _______.

La campanita que colgaba encima de la puerta de entrada sonó. Me giré esperando que fuese el señor Braus, y así fué.

_______: Mañana hablamos, hoy tengo mucho por hacer.

Me dió un beso en la frente, cogió el paño del suelo y volvió a su trabajo, no sin antes dedicarme una sonrisa. Me senté con el señor Braus en una de las muchas mesas vacías. Era temprano, así que los clientes no habían llegado aun. De la bolsa que cargaba saqué las pertenencias de Sasha.

_______: Es todo lo que he encontrado en nuestra habitación. 

Señor Braus: Habrá sido difícil recolectar tantas cosas, era bastante desordenada... -suspiró con nostalgia-

_______: Si encontramos alguna otra de sus pertenencias se la traeré. Sasha pasaba mucho tiempo con Connie, pero él aún no ha sido capaz de revisar. Supongo que le querrá entregar lo que se encuentre personalmente, así que...

Señor Braus: Sí, gracias... -se notaba que no estaba prestando atención- Sabes, este coletero se lo di a los siete años. -jugaba con él- Es un tesoro familiar y como yo no le podía dar uso se lo di a ella. Temía que lo perdiese, era muy despistada y que llevara algo tan valioso me preocupaba, pero me prometió que cuidaría de él. Me decía que si lo llevaba a todos lados siempre se acordaría de nosotros, su familia. Y durante todo este tiempo no lo ha perdido, sigue aquí...

Una vez acabó se lo guardo en el bolsillo con delicadeza. 

Señor Braus: Si la recordamos, aún estará con nosotros

_______: Por supuesto señor.

Ambos nos levantamos y salimos del restaurante. Me dijo que él vendría después junto con su familia. Me invitó a comer con ellos, pero me negué, aún tenía que hacer cosas. Se despidió de mí y desapareció entre la gente. El sol picaba con mas intensidad. Había mucha gente. Alguien estaba repartiendo periódicos, y todos se volvían locos por ellos. Me aparté de todo ese bullicio y me senté en una fuente. 

El sonido del agua chocando contra la piedra hizo que cerrara los ojos. A mi izquierda había alguien leyendo el periódico. No quería comprar uno, pero tuve curiosidad y miré de reojo.

Xx: No deberías hacer eso.

_______: Sí, lo se, perdóneme.

Xx: Si pides permiso las cosas cambian -sin hacer muchos movimientos se acercó a mí-

Ambas leíamos sin decir nada. No me atreví a preguntarle nada, parecía una persona muy reservada y extraña, y su voz femenina me ponía los pelos de punta. Las páginas solo narraban nuestra actuación en el continente. Leía entre líneas, sin embargo, no prestaba atención; lo hacía por educación ya que se había puesto a mi lado para que viera. 

Xx: Se lo tienen merecido, no crees? -dijo pasando de página

_______: Mucha gente inocente murió. -aunque siempre decía lo mismo fui yo misma quien mató a decenas de soldados que no merecían la muerte.

Xx: Aquí ha pasado lo mismo por mucho tiempo.

_______: La violencia no es la respuesta a todo

Xx: Formas parte de la legión, verdad? -asentí con la cabeza- y por que lo hiciste si no estabas de acuerdo?

_______: Seguía ordenes.

Xx: Por que?

_______: Para proteger a los que quiero.

Xx: Ya veo... que motivo mas noble. -estuvo en silencio un rato pero volvió a hablar- Tu familia, por ejemplo?

_______: No, no tengo padres ni hermanos.

Xx: No vivían lejos de aquí?

Fruncí el ceño y giré mi cabeza. Antes de encontrarme con su rostro divisé un mechon de pelo negro. Abrí los ojos y dejé de respirar por un momento.

_______: Pie...ck?

Noté algo contra mi costilla, me apuntaba con una pistola. Escuché como cargaba una bala y, mientras tapaba nuestros movimientos con el periódico, habló.

Pieck: Nos volvemos a ver Renée.


SNK x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora