SNK x lectora

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Me dieron un cinturón lleno de granadas junto a una escopeta y me dijeron que esperara hasta que dieran la señal. No lograba ver lo que estaba pasando fuera de la trinchera, pero unos niños que estaban a unos cuantos metros de mi me mantenían informada. El "compañero" que tenía a mi izquierda llevaba horas temblando de miedo, se le había caído la escopeta mas de una vez por sus manos temblorosas. El de mi derecha ya no se podía levantar del suelo, miraba una fotografía de su esposa e hijos mientras lloraba. La niña gritona de ese grupo de cuatro salió de la trinchera con unas granadas. 

En un abrir y cerrar de ojos, ya habían aparecido los titanes, el mandíbula y el carreta. Entre todo el alboroto me asomé para observar sus movimientos de mas cerca. Había estado meses observando tanto sus habilidades en el campo de batalla como su personalidad. Me había infiltrado entre los guerreros, y, tras diferentes pruebas y situaciones, había ascendido llegando al punto de ser un guerrero indispensable y respetado por muchos eldianos. Sin embargo, al no ser ninguna portadora de titán, seguía siendo un peón mas para los superiores marleyanos. Mi identidad seguía sin ser descubierta por Reiner. Mi peinado era distinto, tenía una cicatriz que cortaba la parte lateral de mi labio y usaba otro nombre. Durante ese tiempo también crecí, supongo que ya superaba al capitán Levi. Hacía tiempo que les veía. Nos manteníamos en contacto por cartas. 

Mis pensamientos fueron interrumpidos por un rugido. Zeke... Titanes caían del cielo. La gente de mi alrededor que estaba destinada a ser carnada empezaron a gritar. También apareció Reiner de los cielos. Ahora ellos se encargaban de todo. 

Una vez acabaron con los enemigos, los supervivientes volvimos a la ciudad. En el tren me mantenía de pié en una esquina, seria. 

Colt: Renée? -se acercó a mí borracho- Por que tan seria? -me ofreció la botella que sujetaba-

_______: Hemos perdido a muchos. -no me esforcé en cambiar mi personalidad, estaba borracho, no se acordaría-

Colt: Pero hemos ganado! -gritaba junto a los demás guerreros- No pongas esa cara tan larga y celebra con nosotros -me volvió a ofrecer la botella de vino-

No podía ir a ningún otro sitio, así que la única solución era ignorarle. Al ver que no le hacía caso se fue con los demás de nuevo. Me senté en el suelo y cerré los ojos. Ya faltaba menos para volver a verles.

Salimos del tren. Ya era de día. Porco ayudaba a Colt a caminar, quien estaba terriblemente borracho. Yo caminaba junto a Pieck en silencio. Creo que nunca logré convencerla del todo. Aunque no lo parecía, desconfiaba de mí, pero como no tenía ninguna razón para hacerlo no decía nada. 

Pieck: Estoy cansada... Estar tanto tiempo dentro de ese titán hace que no recuerde de como caminar.

_______: Necesita ayuda? 

Pieck: No, tranquila Renée, tengo que acostumbrarme. Ahora que hemos vuelto, iras a ver a tu familia? Quiero conocerles -me miró con una sonrisa esperando una respuesta. Pensaba que caería en tal cosa...-

_______: Ellos no son de aquí. Solo les veo de vez en cuando, cuando se organiza algún evento importante. Cuando llegue la ocasión ya se los presentaré -le regalé una sonrisa-

Sin decir nada ni dejar de sonreír, nos quedamos mirando la una a la otra unos segundos. Por supuesto que sospechaba de mí, pero no tenía ninguna prueba, todo lo que decía estaba perfecto. Me encantaba ver como se frustraba por eso. Miró hacia delante y continuó caminando.

Pieck: Cuando quieras puedes venir a visitar a mi padre, aunque ya sabes que está enfermo.

_______: Me encantaría, Pieck.

Cada guerrero se fue con sus seres queridos. Al no haber estado herida durante la batalla, no necesitaba atención medica. A mi izquierda vi a un grupo de guerreros heridos haciendo alboroto. Antes de irme hice contacto visual con uno de ellos. Eren...

Salí de ahí caminando y me dirigí al edificio donde me alojaba. Estaba en ruinas, pero poco mas podía permitirme. Decidí descansar un poco. Solo necesitábamos la confirmación sobre el plan de Eren, y, si todo salía bien, ya podría irme de aquí.