SNK x lectora

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Dicho estos se fue ignorando mis gritos de negación.

Me volví a dirigir a las escaleras, y esperé a que terminaran. Una vez lo hicieron, Eren y Armin fueron a la habitación de los chicos a ducharse y yo acompañé a Mikasa a la nuestra. Esperé en mi cama a que saliera del baño. Cuando Mikasa terminó, nos dirigimos al comedor.

Xx: _______

Sentí una voz a mis espaldas.

_______: Comandante -hice el saludo igual que Mikasa-

Erwin: Acompáñame por favor.

_______: Nos vemos luego

Mikasa se despidió con la mano y, separando nuestros caminos, seguí a Erwin. Llegamos a su oficina.

Erwin: Pasa -dijo echándose a un lado-

Entré y vi a Hange y a Levi de pié a ambos lados de la mesa del comandante.

Hange: Hola _______! -dijo como si hubieran pasado años des de la última vez que hablamos. Le sonreí nerviosamente de vuelta.-

El ambiente era muy tenso. Las cortinas no estaban del todo abiertas, así que la habitación estaba poco iluminada. La poca luz que entraba desde la única ventana, situada detrás de la mesa de Erwin, estaba tapada por él, Hange y Levi.

Erwin: Dime _______, si te dijera que murieras, lo harías?

Sin saber muy bien a que venía esa pregunta contesté.

_______: No quiero morir, señor.

Erwin: Ya veo... -sonrió satisfecho- Tu potencial destaca entre los demás y me alegra que podamos trabajar juntos, pero las cosas van a empeorar muy pronto. De momento, descansa y disfruta el tiempo que pasas con tus amigos, ese es mi consejo.

_______: Voy a dar lo mejor de mí, os lo prometo.

Erwin: Ya puedes retirarte

Hice el saludo y me fui. Al cerrar la puerta a mis espaldas una gran sonrisa apareció en mi cara. Estaba muy orgullosa se mí misma, puede sonar egoísta, pero todo el tiempo que estuve entrenando dio sus frutos. Me dirigí al comedor para encontrarme con los demás. No había nadie mas, solo ellos tres comiendo. Me senté delante suyo. También se nos unió Jean, sentándose a mi lado. No le había visto en toda la mañana, es mas, pensaba que también se había ido a la misión.

Jean: He ido a ayudar en el mantenimiento del distrito de Stohess. Annie dejó eso hecho un desastre. -dijo poniéndose una mano en la cabeza-

Estornudé.

Armin: _-_______?

Rápidamente cogí un pañuelo, me soné al nariz y respondí.

_______: Estoy bien, ha sido culpa del polvo -dije buscando alguna excusa para ignorar que aún no estaba recuperada del todo-

Xx: Polvo? -dijo alguien detrás mío pasando los dedos por debajo de la mesa entre el hueco que había entre yo y Jean - Tsk. -mierda...- Ya sabéis lo que toca.

Sin rechistar los cinco empezamos a limpiar el comedor. Era un sitio para todos, pero nos tocó a nosotros hacerlo. Por suerte Levi se quedó a ayudarnos y acabamos mas rápido. Yo me dediqué a quitar el polvo junto a Jean y Levi, mientras Armin ordenaba las cosas y Eren y Mikasa fregaban el suelo. Armin, Eren y Mikasa acabaron antes, y se fueron. Era injusto que nosotros tuviéramos que estar mas tiempo.
Solo me faltaba una mesa.

_______: Ya estoy -Jean me miró con envidia-

Levi: No, no estás falta esa estantería -dijo señalándola con el dedo sin quitar la vista de lo que estaba haciendo- 

Me contuve las ganas de resoplar y me dirigí hacia el mueble. Era bastante alta, y yo de eso no tenía mucho que digamos.

_______: No llego -dije con la esperanza que me dijera que no lo hiciera-

Jean: Toma preciosa -dijo dándome un taburete- Así podrás llegar -dijo guiñándome el ojo en tono de burla-

_______: Capitán, no cree que sería mejor que lo limpiara Jean? Es decir, él es alto, le será mas fácil que a mi.

Levi: No, Jean ya puedes irte.

Después de decir eso Jean se fue mirándome victorioso. Me subí al taburete y planifiqué los pasos para limpiarlo. Conociendo a Levi y su estricta forma de limpiar, primero tenía que quitar todas las cosas que contenía (que no eran pocas precisamente), retirar el polvo de cada uno de los peldaños y cajones, limpiar los cristales y volver a poner las cosas en su sitio, no sin antes limpiarlas también.

Al quitarlo todo pude ver lo sucia que estaba. Hacía mucho tiempo que no la limpiaban. No pude evitar toser y estornudar a causa del polvo, esta vez de verdad. Levi todavía seguía ahí dentro. No sabía exactamente que estaba haciendo, no se oía ningún ruido aparte del que yo hacía, pero no escuché la puerta cerrándose desde que Jean se fue. Yo seguí limpiando, pensando que cuando antes terminara, antes me iría.

Se estaba haciendo de noche. Al final estuvimos toda la tarde limpiando, y si no me daba prisa, la noche también. Estaba poniendo ya las cosas en su sitio otra vez, pero limpiarlas tomaba el doble de tiempo. Ya no se veía nada. El Sol se había escondido y la sala ya no estaba iluminada. De repente una tenue luz se hizo a mi lado. Ahí se encontraba Levi, sujetando una vela, apoyado en la pared, sin nada mejor que hacer que mirarme. Eso me presionó. Tenerlo al lado mirando cada uno de mis movimientos me puso nerviosa, encima tampoco decíamos nada.

Solo me faltaba un último objeto, un jarrón. Levi no se movió ni un centímetro durante todo este tiempo. Como me estaba mirando, tuve que limpiar también el interior del jarrón. Abrí la tapa y una enorme cantidad de polvo salió de dentro. Empecé a toser mientras sacudía la mano delante de mi cara para evitar que el polvo entrara en mi boca, ojos o nariz. Desafortunadamente, este entro por la nariz y no pude contener un estornudo. Al hacerlo, el jarrón que seguía en mis manos cayó. Al intentar evitar que eso sucediera, cogí el jarrón nuevamente entre mis brazos pero perdí el equilibrio al hacerlo, cayendo así del taburete. Levi reaccionó a tiempo y me cogió en sus brazos sin soltar la vela, colocando la mano con la que sostenía la vela en mi espalda y la otra debajo de mis rodillas.

Seguía sujetando el estúpido jarrón contra mi pecho. Levi tenía sus ojos puestos en los míos. Yo intenta mirarle también, pero su mirada me intimidaba. Ni siquiera parpadeaba. Pasó un rato y me bajo.

Levi: Ten mas cuidado.

_______: Gracias -dije mientras asentía con la cabeza-

Levi: Ponte esto -me dijo quitándose su típico pañuelo del cuello y atándomelo alrededor de la cara, tapándome la boca y la nariz -así no te molestará el polvo.

Volví a lo mío y él a lo suyo. Yo limpiaba el jarrón y el miraba como lo hacía. Por suerte, el pañuelo ayudo, y no volví a estornudar a causa del polvo. Una vez acabe me puse el pañuelo en el cuello y entre yo y Levi recogimos los utensilios que usamos para limpiar. Mientras lo hacíamos, la gente empezó a llegar. Ya era la hora de cenar.

Eren: _______? Todavía sigues aquí? -dijo entrando por la puerta junto-

_______: Bueno, hace rato que hemos acabado de limpiar, ahora solo estamos recogiendo.

Eren: Hemos?

Levi: Ya acabo yo de guardar las escobas -dijo Levi apareciendo de la nada- Puedes irte.

_______: De acuerdo, muchas gracias -hice el saludo y me fui-