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La chica terminó y los cuatro marcharon, quedando solo yo y el capitán.

No conocía a nadie ni el lugar, y empezar a hacer vueltas alrededor del palacio me parecía una mala idea, así que, debía ir con Levi? No quería sofocarle ni ser ninguna carga. A lo mejor quería disfrutar de la fiesta a solas, y no era nadie para evitar eso. La sala estaba en completo silencio, los dos estábamos de pie, uno al lado de otro.

Levi: Quieres caminar conmigo? -dijo ofreciéndome el brazo nuevamente.

Gracias a dios. Envolví su brazo en los míos y, saliendo de la habitación, empezamos a caminar. Levi parecía conocer el lugar un poco mas que yo, y tratándose de mi era obvio.

Levi: Donde quieres ir? -preguntó mientras caminábamos por los enormes pasillos-

_______: No lo se...

Pasamos por al lado de una puerta y se escuchó como alguien gritaba en nombre del capitán. Nos paramos en seco y miramos hacia esa dirección. Era una señora, vestida de sirvienta, que parecía estar repartiendo bebidas a los invitados.

Señores: Es un honor conocerle -dijo dirigiéndose a él haciendo una reverencia- Tu eres la muchacha de ayer? -dijo claramente dirigiéndose a mí- Mi hijo me ha hablado de usted. Él participó en la misión, y fue un éxito gracias a su colaboración. Nunca será suficiente para agradecerles lo que hacen.

Solo pude responder con una sonrisa tímida. Esas palabras me llenaban de orgullo, me decían que lo que hago servía para algo, que no era en vano.

Levi: Es nuestro deber, y estamos orgullosos de ello. -dijo firmemente tomando las riendas de la situación-

Señora: Lo siento, no debí entretenerlos -dijo haciendo una reverencia nuevamente-

_______: No se preocupe. Fue un placer hablar con usted.

Luego, cada uno volvió a lo suyo. Yo y Levi estuvimos paseándonos por el lugar como dos niños perdidos. Cuando llegábamos a una zona donde no había nadie, hacíamos marcha atrás, y así continuamente. Nos pararon unas cuantas veces, por no decir demasiadas, gente de todo tipo. Comerciantes, simples ricos y a veces algunos empleados. Todos nos nombraban como "el dúo mas fuerte de la humanidad" ya que decían que como dos integrantes de la legión, éramos inmortales, que poseíamos el mismo nivel de fuerza, y, obviamente, eso era mentira. Ni yo ni nadie éramos inmortales, y sigo creyendo que estoy por debajo de Levi.

Muchos de los comerciantes que se dirigieron a nosotros, hablaron sobre un aumento de equipo en la legión. No se si cumplirían con su palabra, pero acepté amablemente su oferta. Levi y yo charlábamos de cosas normales, sin ningún tema que pudiera llamar la atención. Hablábamos de cosas de la legión o de misiones, nada personal o divertido, y eso empezaba a aburrirme. También me empezaban a doler los pies, por suerte al caminar "apoyada" en Levi, el dolor se hacía soportable. Él no se separó de mi en ningún instante. Siempre mantuvo mi agarre y de tanto en tanto me preguntaba si estaba bien. Decidimos ir al jardín donde nos encontramos con Historia la última vez para que nos diera un poco el aire. Estar entre esas paredes era agobiante, y necesitaba aire fresco.

Levi: Quieres descansar? -dijo mirando mis pies-

_______: Si por favor... -dije rendida-

Levi: No hace falta que escondas nada. Si te dolía, dímelo y ya, al fin y al cabo es culpa mía.

_______: Que va, de momento estoy bien. Solo necesito sentarme un rato.

Al final nos sentamos en un banco que quedaba escondido entre las flores al lado de la fuente. No hacía mucho sol, pero el paisaje soleado era presente igual. Sin que Levi lo viera, me descalcé la parte posterior del pie, quedando así el talón libre y los dedos por la mitad de el zapato. Levi apoyó la espalda en la parte trasera del banco, pasando los brazos por este, mirando el cielo.

SNK x lectoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora