Insecurity [Parte II]

Capítulo 90

"Acostumbrándose a la idea de tener un padre"

A veces, Harry pensaba que en realidad tenía suerte, algo demasiado extraño, y que siempre le sorprendía cuando algo salía realmente bien... Aunque, por las dudas, se preparaba para recibir algún bajón: no confiaba en que el destino fuera tan amable con él. 

Las primeras prácticas del ED había salido muy bien, y todo el mundo parecía realmente feliz con su forma de enseñar, algo que al comienzo le hizo ruborizarse por completo pero también, un poco más seguro acerca de estar haciendo lo correcto. 

Sin embargo, se tragó ese sentimiento cuando se paró en frente de la oficina del profesor Snape, considerando seriamente lo que Regulus quería que hiciera: contarle sobre el grupo que habían formado.

Estaba terriblemente nervioso al momento de golpear la puerta, tanto que cuando el adulto abrió la puerta, dio un salto hacia atrás para alejarse.

Severus vio con curiosidad como el niño se alejaba al momento de abrir la puerta. No estaba esperando a Harry, así que en realidad fue una sorpresa encontrarlo allí. Por supuesto, se permitió relajarse para que el chico hiciera lo mismo, cosa que funcionó, pues Harry adoptó una postura más relajada en cuanto lo él mismo cambió su semblante. 

Lo dejó pasar y fue a sentarse tras su escritorio mientras Harry dejaba mochila a un lado al igual que su túnica. Su familiar, que al parecer estaba dormido en ese momento, se despertó casi de inmediato y bajó al suelo, yendo hacia una de las zonas que Severus había descubierto (por las malas), que había un hoyo por donde la serpiente de su hijo salía para recorrer el colegio. Aún no tenía ni idea si esto siempre fue así o si Harry lo había hecho para que Zar pudiera llegar a todas las salas sin inconvenientes. 

Alzó una ceja cuando Harry bostezó de repente, y el niño se puso completamente rojo por lo su gesto involuntario; aunque no hacía falta que hiciera eso para notar la expresión de cansancio que adornaba su rostro, parecía como si no hubiera dormido bien en semanas. 

Harry por fin tomó asiento delante de su padre y tragó saliva, aún sin saber cómo debía comenzar a decir lo que tenía que decir, es que... ¿cómo exlicar que había hecho un grupo de práctica de defensa de forma ilegal en el que literalmente se arriesgaba a ser expulsado? Él mismo aún no estaba seguro de lo que hacía, incluso si estaba relativamente bien con enseñar a otros DCAO, aún temía que fueran encontrados, lo que menos quería era ser expulsado, ¡Hogwarts era su vida!

No fue hasta que abrió la boca que Harry se dio cuenta de que no tenía ni idea de cómo llamar al adulto que tenía delante suyo. 

¿Debía seguir llamándole profesor? ¿Señor? ¿O quizá esperaba que le dijera padre? Le aterraba la idea de llamarle por el último mote y que resultara que le desagradara, o que se molestara con él por su arrebato... Es decir, sí, lo había adoptado y todo... pero tal vez no quería ser llamado así, no podía saberlo... 

Sí, lo había llamado padre en su mente muchas más veces de las que hubiera esperado, pero decirlo de tal forma que él pudiera oírlo era muy distinto... 

Severus, notando que Harry no iba a comenzar a hablar por su cuenta, y que parecía estar perdiéndose en pensamientos seguramente no muy agradables (por la cara que estaba poniendo), decidió iniciar él:

—¿Pasó algo, Harry?

Fue como si Harry hubiera olvidado dónde estaba, porque saltó al oír la voz del adulto tan cerca, y su rostro volvió a ponerse rojo una vez más por la vergüenza.

—Lo siento —se apresuró a disculparse, apartando la mirada. 

Restándole importancia, Severus le dio la oportunidad de seguir, viendo cómo se despeinaba primero y luego pasaba a jugar con el borde de la manga de su sudadera.