Insecurity [Parte II]

Capítulo 128

"Una fiesta poco prometedora:
El segundo intento de Malfoy falla"

—¿Mejor?

Harry asintió levemente con la cabeza, sacando el pañuelo de debajo de su nariz, asegurándose de que ya no estaba sangrando. 

Llevaba unos meses de que no despertaba casi ahogándose por culpa de una hemorragia nasal, por lo que había sido bastante desagradable que ocurriera de nuevo, pero tampoco fue tan molesto como cuando despertaba por una pesadilla causada por su cicatriz. 

—¿Sabes qué lo causó? —preguntó Theo.

—Aire frío, seguramente. No duele, pero sí siento que tengo la nariz sensible. No te preocupes —dijo, ladeando la cabeza—. Solo tendré que tener cuidado para que los vapores de los calderos no me hagan daño.

Asintiendo, Theo volvió a su tarea de buscar sus cosas para el día mientras Harry iba a ducharse rápidamente, para salir luego a la sala y posteriormente hacia el comedor. 

Aún así, cuando estuvieron en un pasillo vacío, Harry estiró suavemente la manga de su compañero, quien no necesitó que hablara para entender el porqué de su gesto. Extendió su mano hacia Harry, dejando que, primero hiciera un gesto que delataba que estaba dudando, casi como un gato que estaba examinando algo, antes de tocarla con cuidado, soltando un suspiro de alivio antes de apretarla ligeramente y luego separarse. 

—¿Todo bien?

—Todo bien —afirmó Harry, sonriendo.

Fueron entonces a desayunar y luego a su clase de Pociones, donde se encontraron con Hermione y Ron, como de costumbre, discutiendo entre ellos.

—Los que se pelean se aman —dijo Theo, sonriendo de miedo lado.

—Oh, cállate —dijo Hermione, poniéndose roja casi al segundo. 

—¿Qué pasó? —preguntó Harry, alzando una ceja. 

—Nada importante —le contestó Ron, enfurruñado. 

Harry miró a Theo, quien solo se encogió de hombros. 

—Okay —fue todo lo que dijo, poniéndose en la fila para entrar al salón. 

Los dos Slytherin se dispusieron en su propia conversación, ignorando la sorpresa de sus compañeros.

Entraron entonces al laboratorio y tomaron sus lugares de siempre, yendo a buscar sus calderos para preparar la poción de ese día. Harry no prestó atención especial a ninguno de sus compañeros (como de costumbre), y solo se concentró en no inspirar demasiado el vapor para evitar dañarse la nariz de nuevo, sabiendo perfectamente lo que la sangre podría hacerle a cualquier poción. 

Fue una clase tranquila (excepto por Ron y Hermione que hablaban sobre quién sabe qué), donde todo estaba igual que siempre, Harry trabajando, Theo a veces preguntando algún que otro consejo de su libro cuando él no sabía cómo seguir, Hermione haciendo todo con hechizos no-verbales, si para lucirse, o porque le era más cómodo, o incluso para molestar más a Ron, no sabía, y Ron algo enfurruñado porque incluso luego de seguir las instrucciones de Harry, su poción no tomaba el color que quería. El pobre Ernie, que se sentaba con ellos, solo trataba de hacer bien su trabajo, aunque parecía ser complicado con la mesa tan peculiar en la que se sentaba siempre. 

Recién al final de clase es que pasó algo distinto, pues el profesor Slughorn los detuvo a ellos cuatro, solo permitiendo que Ernie saliera con el resto de sus compañeros. 

—¿Sucede algo, profesor? —preguntó Hermione—. ¿No conseguimos los resultados que esperaba? —preguntó de nuevo, esta vez más horrorizada.