Capítulo 159

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"Un vals al son de las risas"

Harry estaba seguro de que Theo estaba gritándole desde el suelo, porque dudaba mucho que fuera el viento que estaba susurrando su nombre, pero no le importaba mucho, no ahora mismo. 

Se acercó a un aro de quidditch con la mayor velocidad que su escoba profesional le permitía, y de ser, literalmente cualquier otra persona, hubiera chocado estrepitosamente contra el mismo... Pero, empujando al máximo su habilidad, y porqué no, su suerte; Harry se apegó al palo de la escoba, sus manos poniéndose blancas por la fuerza con la que la estaba sosteniendo.

Lo que para todo el mundo podría haberse contado como solo un segundo, para Harry fue en cámara lenta. Estiró hacia él la escoba, tirando de ella con vigor, consiguiendo un derrape imposible en el aire, esquivando a solo unos pocos centímetros el aro, antes de bajar al suelo, sin disminuir la velocidad, hasta que estuvo a menos de un metro del suelo, dejando la escoba en paralelo al césped, flotando delicadamente. Para nada parecía haber estado haciendo una maniobra mortal por la que pocos profesionales en el mundo se hubieran arriesgado. 

Sacudió la cabeza, su cabello golpeando suavemente su frente y mejillas, mientras que se estiraba, pasando una pierna por encima de su escoba, quedando sentado de forma que sus piernas colgaban juntas del mismo lado. Un suspiro salió de sus labios, su rostro enrojecido por la adrenalina y una sonrisa cruzando sus labios.

—Podría haberme acercado más al suelo —murmuró para sí mismo, viendo la distancia a la que se había detenido. 

—¡¿ES QUE ERES SUICIDA O ALGO ASÍ?!

Harry saltó en la escoba, girándose tan rápido que casi se cayó, solo para soltar una risa un poco más fuerte de lo normal.   

Él sabía perfectamente que Ron estaba allí, no es como si pudiera confundir su cabello rojo, incluso desde la altura. Estaba seguro de que lo estaba regañando, además, pero él se perdió en sus pensamientos acerca de cómo podría mejorar esa maniobra, así que se perdió la mitad del regaño de Ron, o quizá más. Por lo roja que estaba su cara, era evidente que había dicho muchas cosas. 

—¿Decías? —preguntó Harry, divertido. 

Ron se puso aún más rojo, la punta de sus orejas se mezclaban con su cabello.

—¿En qué estabas pensando al hacer eso? ¿Estás loco?

—Pude haberlo hecho mejor, lo intentaré de nuevo más tarde.

—¡Harry! —se quejó el pelirrojo. 

El más bajo de los dos se rió de nuevo, agachándose hacia delante para sostener su vientre, le dolía por la falta de aire. 

Ver a Ron actuando como su madre era de lo más divertido, algo que por lo visto Theo estaba de acuerdo, porque también estaba riéndose con ganas. Hermione, que recién estaba llegando junto a ellos, parecía dividida entre reírse por la actitud protectora de Ron, o unirse a él para regañar a su amigo de ojos verdes.

Fueron unos largos minutos antes de que Harry bajara de la escoba y fuera con el resto de camino al castillo. Ron llevaba colgando del brazo el abrigo de Hermione, para diversión de los dos Slytherin, que bromearon abiertamente al respecto. Las orejas del pelirrojo se pusieron tan rojas como su propio cabello, comenzando a regañar a los otros dos, lo que solo aumentó las burlas hasta que Hermione, sintiendo compasión de su novio, les pidió que pararan. 

Llegaron a la hora del almorzar, sin embargo, no se quedaron a comer ahí, sino que cada uno se sirvió algo de su mesa y salieron de nuevo, caminando un largo rato hasta llegar a la Torre de Astronomía, sentándose allí para comer... más o menos; la verdad es que ya habían consumido casi todo lo de sus platos por el camino. 

Insecurity [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora