Capítulo 136

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"Preparaciones para la guerra"

Zar... quédate quieto...

—Vaya, Ron no mentía cuando decía que siseabas dormido. 

Harry se levantó de golpe, y de no ser porque estaba en medio de la cama y no en un extremo, probablemente se hubiera caído.

—George —chilló Harry, antes de poder recomponerse, aunque su rostro estaba completamente rojo de repente—. Lo siento, no...

—Hey, tranquilo —se rió, tomando asiento en la cama—. Está bien, Harry. 

Suspirando, se dejó caer de nuevo en la cama, cubriéndose el rostro.

Recuerdos de la boda de Bill y Fleur inundaron su mente, lo que provocó que sintiera que se le revolvía el estómago, y de no ser porque no quedaba nada en sistema, probablemente hubiera necesitado ir al baño para vomitar.

—¿Y Fred? —preguntó desde su posición, necesitando tiempo para estabilizarse antes de poder levantarse.

—Fue a la tienda. 

—¿Eh? ¿Qué hora es?

—Las nueve de la mañana. 

—¿QUÉ?

Harry se levantó de golpe, ignorando por completo que su cabeza estuviera como dando vueltas por el abrupto movimiento, se puso de pie.

George en cambio, tratando de tranquilizarlo, lo sujetó con cuidado de las manos, respirando un poco más alto para que Harry lo siguiera, cosa que hizo de forma instintiva hasta calmarse, cosa que no llevó mucho tiempo al no estar precisamente en un ataque de ansiedad.

—Está bien, ¿ok? 

—Lo siento, deberías haber ido también, o a ver a tu familia si...

—Nos enviaron otro patronus, están bien. Podremos volver en la tarde, debería haber menguado la vigilancia para ese entonces. Y no te preocupes por la tienda, solemos turnarnos para atenderla siempre, no es la primera vez. Además, le dije que iría luego de que te levantarás.

Asintiendo lentamente, Harry se levantó a tientas y caminó hacia su armario para buscar algo de ropa para ponerse, estremeciéndose cuando sus pies desnudos tocaron el suelo.

—Por cierto —siguió George, levantándose también—. Regulus dijo que iba a darles a ustedes cuatro (Hermione, Theo, Ron y tú) clases. 

—Ah, sí, me lo había comentado —dijo, sacando unas ropas cómodas, sabía que las necesitaría.

—¿Y no me planeas dar un beso de buenos días? —soltó de repente George, haciendo un puchero.

Harry parpadeó, extrañado, antes de soltar una pequeña risa y acercarse para que su pareja pudiera agacharse hasta su altura y besarlo, consiguiendo así llevarse un poco de la ansiedad que parecía ser una constante en su vida. 

—Seré la envidia de Fred —Harry rió.

—No seas malo con él —fingió un tono de regaño, pero seguía sonriendo. 

Merlín, no sabía si alguna vez descubría qué había hecho tan bien para tener a los gemelos en su vida... Pero tampoco es que le importara mucho descubrirlo.

George se cambió rápidamente en el baño del cuarto mientras Harry buscaba otras cosas que necesitaría para sus «clases» con su papá, y no fue hasta que salió George y que se estaba por ir que recordó algo. 

—Ayer me dijiste que mi poción multijugos sería dorada —le recordó, y George, confundido, asintió con la cabeza—. Podrían hacer la poción, pero en teoría no funcionaría. 

Insecurity [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora