Insecurity [Parte II]

Capítulo 139

"De regreso al primer hogar"

—¿Alguien ha visto a Harry? —preguntó Hermione, algo preocupada.

—Creo que está con Fred y George en el campo de entrenamiento —dijo Theo, tratando de mantener su concentración en su lectura—. ¿Lo necesitas?

—Quería preguntarle algo, pero eso puede esperar —respondió finalmente, yendo por algún material para su propia lectura. 

Mientras tanto, en el escenario que aún no habían desaparecido, dos zorros estaban persiguiendo a un gato negro, que trataba de huir de los «depredadores», subiéndose a los árboles lo más rápido que podía y saltando entre las ramas, a veces volviendo hacia el suelo para no hacer tan injusta la carrera.

Cuando por fin una alarma que parecía ser oída solo por ellos sonó, el pequeño gato bajó con cuidado al suelo, pero no cambió su forma en ningún momento, dejando que el par de zorros también se acercaron. 

Probablemente un gato no podía hacer una expresión de asco, o reírse, porque de lo contrario, estaba seguro que eso es lo que habría demostrado Harry cuando Fred le lamió el rostro, no en una expresión de cariño, sino más bien como burla; a lo que Harry le mordió la oreja, consiguiendo que el zorro saltara. 

Fred notó que Harry definitivamente se burló de él cuando fue a acurrucarse con George, que estaba ya acostado entre un montón de hojas. Era más fácil saber que un zorro se estaba burlando, porque sí parecía tener esa sonrisa divertida en su rostro. Obviamente no les dio el placer de hacer mofa de él y fue a acurrucarse con ellos, como si los dos zorros estuvieran protegiendo al pequeño gato negro, que de no ser por esa pequeña mancha blanca en su oreja, parecería poco más que una sombra ahora que tenía los ojos cerrados. 

 No es como si aquella hubiera sido una carrera sin sentido; era solo que Harry necesitaba tranquilizarse, pero pareciera ser que el estar quieto lo ponía ansioso más que ayudarlo a relajarse, por lo que salió a correr, encontrando que tenía más terreno que recorrer si estaba en su forma animaga, porque el suelo dejaba de ser un límite al poder subirse hacia las ramas más altas, hacia el cielo... Que los gemelos se hayan unido luego no estaba en sus planes, pero no podía importarle menos. 

Ese día Regulus y Harry se instalarían en Hogwarts. Tras la ceremonia de ese año, Zar petrificaría a los Carrow y ellos tomarían el lugar de maestros y mortífagos. 

Regulus no estaba tranquilo, pero trataba de tener seguridad en el plan que habían estado haciendo durante más tiempo de lo que seguramente a los niños les parecía. Aún detestaba que su hijo fuera también a Hogwarts con él, pero en cierta forma, prefería tenerlo cerca a tenerlo rondando por allí, sin saber qué estaba haciendo. No es como si pensara que Remus y Sirius iban a permitir que los otros chicos estuvieran en peligro, pero prefería poder ver a Harry que solo escuchar lo que pasaba. 

Harry por su lado, estaba aterrado; pero desde que habló con su padre (aunque seguía algo molesto por el engaño, aunque aún más aliviado que enojado), estaba un poco menos nervioso. De hecho, incluso le ponía más intranquilo la idea de tener que tomar el papel de docente, ya que se suponía que Alecto sería la nueva maestra de Estudios Muggles, y ahora él debía, de hecho, desarrollar la clase; aunque suponía que no podía hacerlo peor que ella, quien seguramente solo haría burla de los muggles, tratándolos como cavernícolas. 

Por supuesto, hubiera preferido enseñar DCAO como Amycus Carrow, y para su papá en realidad no había diferencia entre si actuaba como Alecto o Amycus; el problema recaía en que su papá era un sangre-pura que, si bien ya tenía cierto conocimiento sobre los muggles, aún era nada en comparación a lo que Harry entendía; y Harry no tenía tanto conocimiento en las Artes Oscuras (y su defensa) como la que tenía su papá. Al menos estaba contento con la idea de poder cambiar de lugares en algún punto si se sentía sobrecargado fingiendo desagrado por cada artículo muggle que tocara en clase.