Capítulo 146

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"Las Reliquias de la Muerte"

Mientras caminaba por los desiertos pasillos de Hogwarts, Harry pensaba que los días en los que había pasado en Black Manor bromeando con su familia habían ocurrido hacía meses, a pesar de que no hacía más de setenta y dos horas desde que había abandonado el lugar para volver al colegio. 

Sentía que quien caminaba por los pasillos no era ni Harry Potter, ni Alecto Carrow... Era un chico sin nombre, al cual nadie conocía realmente, al que nadie le prestaba real atención. 

Algo que pocos podrían considerar reconfortante como Harry lo hacía, era sentir que la paranoia que sentía se había vuelto una constante en su vida. 

Debe estar loco para pensar así, ¿no? 

Pero, sentirse así para Harry no era extraño, y el hecho de que se volviera una sensación perpetua también le permitía pasar por alto aquello, moverlo a un segundo plano que no lo mortificaba tanto como lo haría estando en la superficie de su mente, aunque probablemente hacía más daño de esa forma. 

No había dejado de ser cauteloso como antes, pero por lo menos se sentía menos temeroso de cada movimiento que hacía... un poco más seguro de sus acciones, al menos... O de eso trataba de convencerse a sí mismo. 

Antes, la mera idea de aparecer por Hogwarts con solo aquel disfraz muggle que se había armado le causaba más que pocos escalofríos causados por la sensación de pavor... Ahora, caminaba por allí, extrañamente encarnando a una persona que nadie conocía. 

No era Harry Potter, el «niño-que-vivió», tampoco era Alecto Carrow, fiel seguidora de Voldemort...

Era un chico de Ravenclaw, uno que ni siquiera tenía nombre. 

Nadie parecía haberse preocupado por no reconocerlo. Los de otras casas simplemente pensaban que era un alumno más del montón con el que nunca habían intercambiado palabras. Los de su misma casa, simplemente pensaban lo mismo, un estudiante de otro curso con el cual no se llevaban. Los de cursos inferiores pensaban que era un alumno de último año, mientras que los estudiantes de cursos superiores pensaban que era un estudiante de algún curso inferior. Harry nunca agradeció tanto el hecho de que la gente confundiera su edad con tanta facilidad. 

Quizá de haber aparecido en la sala común, Luna lo hubiera reconocido de inmediato, pero lo cierto es que nunca iba allí, pues a pesar de todo, él no era un estudiante ese año, no necesitaba hacer acto de presencia en ningún lugar. Que haya elegido una apariencia sencilla como la de tener cabellos y ojos castaños solo permitía que sea más fácil pasar por desapercibido, porque, compartiendo rasgos con tanta gente, dudosamente alguno notara que, en realidad, ese estudiante desconocido de Ravenclaw nunca estaba en clases o en la sala común. 

Jugando con su túnica distraídamente, Harry pensó que cuando todo eso acabara, debería comprarle una túnica nueva a Hermione, ya que dudosamente ella aceptaría esa nuevamente... O quizá sería Ron quien no querría que ella usara la misma túnica que él estuvo usando por varios meses, por ridículo que fuera.

Cuando llegó a la oficina del director, de nuevo era Alecto Carrow quien estaba allí, luciendo una sonrisa que nada tenía que envidiar a las más desquiciadas de Bellatrix Lestrange. 

Los pocos alumnos que pasaron por allí seguramente hicieron su mejor esfuerzo por retirarse del lugar en cuanto vieron a la profesora de Estudios Muggles allí, y aunque Harry notó su presencia, les permitió alejarse. No es como si tuviera problemas con ellos, después de todo.

Tomó asiento en la oficina, justo al lado de Amycus, formando un triángulo en posición de Severus, quien estaba sentado en la silla en la que, en otra ocasión, hubiera estado sentado Dumbledore. 

Insecurity [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora