Capítulo 112

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"Nuevo curso, nuevos inconvenientes" 

Harry realmente no estaba nada cómodo con el grupo de Slughorn, o como le había llamado, «el Club de las Eminencias», y varias veces había tenido la tentación de poner una excusa y volver a su compartimento donde estaban sus amigos, y estaba seguro de que Neville estaba igual que él, pues no había dejado de mirarlo y de vez en cuando mirar a la puerta, como preguntándole si ya podían irse. 

Fue realmente incómodo para él ser el centro de atención, más porque no dejaban de mencionar que El Profeta lo estaba llamando «El Elegido», y, claro, el profesor no tuvo reparos en mencionar su supuesta desaparición, lo que no ayudó a su frágil estado de ánimo, pero él no dijo nada. 

En realidad, no dijo casi nada durante toda la reunión y solo hacía vagos movimientos con la cabeza o se encogía de hombros, sin estar realmente interesado en decir nada al respecto sobre lo que fuera que hablaran en el club, ni siquiera comió algo, no tenía hambre; sabía que su padre no estaría contento, pero comer rodeado de gente que lo miraba cada pocos minutos le ponía ansioso, y sabía que terminaría vomitando. 

Lo que sí fue interesante, vino después. 

Theo decidió cumplir con sus deberes de prefecto y comenzó a recorrer los pasillos, entrando, casualmente, en el compartimento de Malfoy. 

Por supuesto, la agresión fue inmediata. 

—¿Qué quieres? —le espetó Malfoy de inmediato, alzando la varita en dirección hacia el chico. 

—No es buena idea atacar a un prefecto, Malfoy —se burló Theo, cruzándose de brazos mientras entraba al compartimento y cerraba la puerta tras él, mirando con cierta burla a Goyle y Crabbe, que también se habían puesto en posición de defensa. 

—¿Qué quieres? —repitió Mafoy, frunciendo el ceño. 

Theo solo rodó los ojos, fijándose directamente en el brazo izquierdo del rubio, que hizo una especie de amago, como dudando si esconder el brazo o no. 

—Es verdad, entonces. 

De ser posible, Malfoy palideció, pero no cambió su expresión ni un poco en relación al tiempo previo del comentario.

—No sé de qué hablas. ¿Vas a decirme qué quieres o no? 

—No eres cuidadoso, eres realmente malo ocultando cosas, ¿lo sabías? —ignorando su comentario, Theo solo siguió hablando, ahora comenzando a fruncir el ceño—. No veo como el Señor Tenebroso pudo pensar que podrías hacer algo útil por él. No tienes lo necesario para...

—¡Cállate! —le siseó el rubio, afianzando el agarre a su varita—. ¿Tú quién eres para hablar? Tú adoras el piso por donde pisa Potter.

Una carcajada fría salió de los labios de Theodore, logrando que Malfoy frunciera aún más el ceño.

—Y por eso yo soy mucho más útil para él de lo que tú nunca serás. 

Ahora, fue Malfoy quien sonrió con arrogancia.

—Por favor, ¿quieres hacerme creer que te unirás a él? ¿Tú? ¿O vas a decirme que todo fue un plan elaborado para tener el favor del Lord? —se burló Malfoy.

Theodore rodó los ojos, soltando un suspiro, como si Malfoy fuera un niño pequeño que no quiere entender que dos más dos es cuatro. 

—Por supuesto que no —dijo, como si fuera obvio—. Yo no tenía ni idea de que el Lord iba a volver. Mi padre tampoco, él creyó que se había ido, como todos. ¿No fue por eso que tu padre dijo que estaba bajo la maldición imperius? ¿Para escapar cuando creyó que el Lord había caído? Bueno, al final no importó, porque terminó en Azkaban de cualquier forma. 

Insecurity [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora