Insecurity [Parte II]

Capítulo 141

"Pensamientos"

—Ah, no sabía que había alguien más aquí...

Harry podría haber jurado que el alma se le salió del cuerpo durante un segundo cuando se giró, demasiado rápido, hacia la muchacha que estaba allí parada, mirándolo con cierto miedo, pero tratando de permanecer tranquila. 

No estaba bajo los efectos de la poción multijugos, ¿por qué lo haría? Eran las una de la madrugada, él estaba solo en la Torre de Astronomía, todos los estudiantes tenían demasiado miedo de los Carrow como para pensar en salir luego del toque de queda, ¡no se suponía que tuviera motivos para mantenerse bajo la piel de Alecto Carrow en esa situación!

Por una vez, verdaderamente por primera vez, se sintió agradecido de su pequeño truco de un disfraz muggle. 

—No pensé que nadie más se atrevería a tratar de dejar su sala común —dijo la chica, y Harry asintió en reconocimiento, demasiado aturdido aún.

Tenía que agradecer a la oscuridad también, que hacía aún más difícil el distinguir sus verdaderos rasgos. 

—Lo mismo digo —murmuró, dudando de qué hacer a continuación.

La chica se acercó en silencio y se acomodó a su lado, y Harry vio, en silencio, como ella tomaba asiento en la barandilla. Él hizo lo mismo, recostando la espalda contra un pilar. 

La reconocía, después de todo, ahora les «enseñaba» a todos, así que la había visto antes... Aunque era una suerte que ella no lo hubiera conocido como Harry Potter, no personalmente, al menos.

—¿Qué haces aquí? —preguntó ella. 

Harry no necesitó ver una segunda vez los pies desnudos de la joven para darse cuenta de la razón por la que probablemente ella estaba allí. 

—¿Puedes adivinarlo? —dijo.

Ella solo miró hacia el exterior de la torre, y Harry, sin que ella se diera cuenta, puso un encantamiento no-verbal, moviendo su varita dentro del bolsillo de su sudadera.

—Nunca te había visto antes —cambió de tema. 

—Seguramente somos de casas distintas —dijo Harry—. ¿Cuál es la tuya?

—Gryffindor, quinto año —contestó. Harry ya lo sabía, por supuesto.

—Yo soy de Ravenclaw —mintió—. Último año. 

—¿Eres de los que estudiaban en casa antes? 

—Sí... La nueva ley me obligó a mudarme a Hogwarts.

—Lo mismo para mí. 

Harry asintió, apoyando un brazo sobre una rodilla, mirando distraídamente hacia el Bosque Prohibido. 

Solo se mantuvieron en silencio durante un rato, Harry tenía su mente en otro lado, sin darse cuenta de la mirada de la chica de Gryffindor; aunque se haya dado cuenta, probablemente no sabría interpretarla correctamente. 

—¿No vas a decirme «no lo hagas» o algo así? —cuestionó entonces. Sonaba como si se estuviera burlando. 

La miró entonces, saliendo de sus pensamientos. Inclinó la cabeza hacia un lado. 

—¿Quieres escuchar eso? —Harry devolvió la pregunta.

—No realmente. 

—Entonces no lo diré.

Ella asintió, y Harry volvió a mirar hacia el bosque. 

—Estás aquí por la misma razón —no era una pregunta.