Insecurity [Parte II]

Capítulo 108

"Exámenes, pesadilla, trampa"

Ron, a pesar de la derrota de Gryffindor, no dejaba de comentar a todos (incluso a Harry, que había estado en el mismo partido jugando con el equipo contrario), cómo había logrado comenzar a parar todos los goles desde poco más de la mitad del primer periodo de juego, haciendo que, por sobre todo, Theo comenzaba a molestarse lo suficiente para lanzarle un hechizo de silencio, solo para que a los diez minutos volviera a hablar. 

Harry solo atinaba a reírse, pero en realidad su mente estaba centrada en los libros que tenía delante, preguntándose una y otra vez cómo haría para memorizarse todo eso. 

No solo estaba preocupado por ello, sino por esa incomodísima paranoia que le había golpeado de lleno en los últimos días, más fuerte que antes, como si pudiera anticipar que algo horrible iba a pasar en ese mes. 

Por un lado, quería pensar que simplemente se había vuelto más sensible a su entorno, pues, con el hecho de que se había vuelto animago, sus sentidos eran más agudos, y se le sumaba que, desde que el sello mágico se había roto, estaba mucho más consciente de la magia a su alrededor: antes no se había dado cuenta, no de inmediato, pero poco a poco comenzó a notar los flujos de la magia, algo que, aunque encantador, ponía paranoico a cualquiera por la mínima alteración de la misma. 

Ya se estaba acostumbrado, así que estaba comenzando dejar de alterarse por cualquier perturbación, pero eso también solo hacía empeorar sus sentimientos acerca de que algo malo iba a pasar.

Se frotó la cicatriz en un gesto distraído. Estaba seguro de que Voldemort haría algo, y Harry temía que estuviera considerando la idea de buscar por su cuenta la profecía. Seguía soñando con ese pasillo una y otra vez, pero le preocupaba que en algún momento el Lord descubriera que él no iba a tratar de infiltrarse en el Ministerio para obtenerla, y entonces buscara otras formas de hacer que fuera, o bien, él mismo buscaría la forma de entrar. Si esperaba que un niño pudiera colarse, seguramente él también tenía sus formas de lograrlo, ¿no?

Dejó de tocarse la frente cuando sintió una punzada, como si aquel pliegue de piel se quejara ante su tacto. Con el pequeño atisbo de ira que se le vino a la par, supo que no era por esa razón tan estúpida que la cicatriz le había dolido, sino porque Voldemort se había frustrado por algo.

En serio, Harry no podía entender cómo es que alguien tan bipolar podía decir que no quería tener emociones o que estas eran una debilidad. Debilidad para él, que las migrañas lo dejaban mareado por un rato.

—¿Encantamiento explosivo? —preguntó Hermione, sacándolo de sus pensamientos. 

—«Confringo» —respondió Ron.

—No, esa es la maldición. El encantamiento en «bombarda» —corrigió Harry.

—Bien. ¿Un encantamiento plenamente de luz?

—El encantamiento patronus —dijo Ron.

—«Episkey» —dijo Theo. 

—Los dos son correctos —asintió Harry, mirando el libro que tenía Hermione en manos—. Ahora, ¿cuál es el contra-hechizo de «depulso»?

—«Accio» —dijo Theo, Harry asintió. 

—Bien, parece que no tenemos muchos problemas con Encantamientos, pero sugeriría seguir practicando y luego volver a repasar los libros de segundo y tercero.

Aunque ninguno de los tres chicos estaba muy entusiasmado con la idea, solo asintieron, sabiendo que nada podría hacer para evitarlo, después de todo, la próxima semana comenzaban los TIMOs.