Insecurity [Parte II]

Capítulo 143

"Emociones a flor de piel"

—Harry, ¿cómo te sientes, cariño?

—Estoy bien, señora Weasley. 

La mujer lo miró con cierta duda, pero finalmente le sonrió y asintió, volviendo hacia la cocina. 

Harry suspiró levemente y siguió mirando el exterior de la ventana, la mirada perdida en la nieve que caía. 

Finalmente eran vacaciones de fin de año en el colegio, y con absolutamente todos los estudiantes fuera del colegio, Harry había decidido que podía volver a casa para tratar de pasar un tiempo fuera de su papel como Alecto Carrow. 

Sin embargo, dudosamente serían unas vacaciones alegres como años anteriores. 

En la última salida que tuvieron para buscar a los magos desaparecidos, las cosas se complicaron horriblemente. 

Correr fue lo único que podían hacer mientras trataban de alejarse lo suficiente de los mortífagos que, a causa de un descuido, habían aparecido. 

No sabían que habían carroñeros cerca, estaban tan nerviosos que no los sintieron cerca... 

En ese momento, el pequeño grupo solo estaba conformado por Harry, Ron, Hermione, Theo y Remus, ya que el grupo de Sirius se había separado ante la llamada de otro grupo que necesitaba ayuda por culpa de un grupo de dementores. 

Estaban agotados, Theo tenía una pierna rota a causa de un combate anterior, Remus tenía que alejarse porque Greyback estaba en el grupo de mortífagos, y no podían arriesgarse a que lo descubriera por su aroma, pero él se negaba a dejar a los chicos. Ron estaba con una fiebre demasiado fuerte, y Harry estaba sufriendo de un ataque de asma en ese preciso instante a causa de la carrera previa. Solo Hermione estaba relativamente bien, pero seguía herida por el enfrentamiento anterior y últimamente era propensa a los ataques de pánico.

No tenían idea de cómo lo hicieron, pero lograron que Remus se desapareciera con Theo para volver a Black Manor, ya que él no tenía la más mínima oportunidad de desaparecerse... 

Se suponía que tenían que ir los cinco juntos, pero los otros tres chicos se vieron atrapados.

—Veamos... ¿qué tenemos aquí?

Greyback miró a Harry directamente a los ojos, y el chico solo se quedó arrodillado en el suelo, tal como lo mantenía el otro mortífago, frunciendo ligeramente el ceño, tratando de mantener la calma, luciendo algo asustado, pero sin perderse a sí mismo... Era difícil, porque el pecho le dolía y sentía cada vez más complicado la simple acción de respirar. 

Más que nunca agradeció haber convencido a sus amigos de cambiar su apariencia al modo muggle, pues Hermione ahora no tenía su melena castaña descontrolada, sino un cabello corto y lacio de color negro, y Ron, en lugar de su llamativo tono pelirrojo, era castaño, de un tono más oscuro que el de Harry... Los ojos también camuflados gracias a lentillas, Ron con unos de tono verde oscuro, Hermione con ojos azules, casi grises, y Harry aún tenía las lentillas de color avellana. Lo difícil fue ocultar las pecas de Ron, pero lograron que fueran apenas visibles, y con la suciedad actual de su rostro, eran prácticamente invisibles. 

Quizá solo por eso los mortífagos les dieron la oportunidad de hablar. 

—¿Cuál es tu nombre? —le preguntó el hombre lobo a Harry.

—Ryan Sayre —respondió Harry. 

 La ceja de Greyback se levantó, una media sonrisa en su rostro.