Capítulo 127

2.9K 376 68
                                    

"Clases, cartas, suposiciones y descubrimientos"

—¿Puedo dejar de seguirlo ya?

—Lo siento, pero necesito que lo hostigues un poco más —Harry sonrió de medio lado, encogiéndose de hombros.

—¿Por qué? Ya sabes lo que quiere hacer —se quejó Theo.

—Porque es sospechoso que justo yo me entero, tú te detienes si tu plan es, bueno, ayudarlo.

Harry soltó una pequeña risa ante el gruñido de Theo, girando los ojos.

—Bueno, ¿y qué quieres que haga? ¿Lo distraigo para que no se de cuenta que ya sabes su misión?

—Eres tan o más Slytherin que yo, Theo —bromeó Harry, ladeando la cabeza—. ¿Qué crees que hay que hacer?

Alzando una ceja, Theo solo tuvo que pensarlo un momento antes de reír entre dientes.

—Quieres que le diga la verdad.

—Touché.

Negando con la cabeza, Theo solo pareció divertido con su respuesta, antes de acompañarlo fuera de la sala común para su primera clase de aparición.

El instructor Twycross tenía un método que para Harry era un poco extraño, considerando que él había aprendido de otra forma con Regulus, pero no dijo nada, obviamente. 

Más bien, se concentró en escuchar a Malfoy, que estaba hablando con Crabbe y Goyle sobre su plan, cosa que le hizo poner los ojos en blanco. Era evidente que no estaba hecho para ser mortífago, si es que eran tan poco discreto como para hablar de eso en un lugar lleno de estudiantes... De hecho, poco y nada tenía que ver o de ser mortífago, él mismo nunca hablaría de algo secreto en el Gran Comedor con varias personas allí, no a menos que esté usando el encantamiento muffliato, como mínimo. 

—¡Destino, determinación y decisión! —escuchó decir al instructor, aunque estaba mirando los aros que estaban delante suyo. 

Bien, eso sí era igual. Su papá también le hizo aparecerse en unos aros, pero eso fue mucho después, más para practicar precisión y hasta velocidad, pues lo hacía aparecerse en aros ordenados en posiciones específicas y enumeradas. 

Primero habían hecho aparición conjunta para que se acostumbrara a la sensación, algo que le tomó mucho tiempo, pues como para ese momento estaba casi en los huesos (cortesía de su mes en Azkaban), y su mente no estaba aún del todo conectada, terminó mareándose y vomitando cada vez que lo intentaba. 

Fue un tiempo hasta que logró acostumbrarse por completo, y luego pudo comenzar a hacerlo por su cuenta, y Harry debía agradecer que la despartición más severa que había sufrido fue su mano izquierda, y aunque, sí, había dolido horrores, era mejor que una pierna o el brazo entero y tampoco había sido lo más doloroso que había sentido nunca. Ahora tenía una especie de cicatriz (casi invisible) en su muñeca, donde se había separado su mano del cuerpo. 

Harry se giró a ver a los demás, y varios alumnos tenían el rostro de un tono rojizo o rosado, mirando con demasiada concentración sus aros, casi pareciendo que estaban aguantando la respiración..., algo que seguramente hacían. 

Pensando que sería demasiado sospechoso que lograra algo en el primer intento, Harry simplemente no se movió cuando se les dio la orden de intentar aparecerse (algo que consideró estúpido), y solo se concentró en no reírse a carcajadas de sus amigos, varios de ellos cayeron al suelo tras perder el equilibrio, seguramente tratando de moverse sin realmente moverse. Le recordó a cuando él estaba entre seguir y no seguir la orden de la maldición imperius en tercero, de tal forma que había una lucha interna que le hacía tensarse por no saber si moverse o no. 

Insecurity [Parte II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora