Rito de Descenso - Capítulo III

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★ Narra Venti ★

Sentí como una fría corriente recorrió mi cuerpo, sentí como aunque mis ojos pesaban los abrí, era de noche, mire a todos lados y la ví ahí, sentada, su mano estaba sobre la mía, este hecho me hizo sentir una sensación agradable. Mi cuerpo estaba débil, supongo que ardía en fiebre, noté el paño medio húmedo que tenía en la frente, me senté con lo que me pareció mucho esfuerzo en la cama.

Noté como el movimiento hizo que ella se despertará. Le sonreí y lo que sucedió después me dejó atónito. Me abrazó, no sabía si corresponderle el abrazo o no... Creo que es correcto devolvérselo, ¿No?

Estaba muy preocupada por ti - dijo ella, abrazándome con fuerza. Noté como había derramado unas lágrimas sobre mi hombro.

Hey... Estoy bien, no debiste preocuparte tanto - dije abrazándola con más fuerza y acariciando su cabeza... Si sigo así no se si seré capaz de controlarme.

¿Te sientes mejor? - dijo ella, separándose de mí. Admito que quería abrazarla más y también admito que no quería que se separase de mí.

Si, bueno, no tengo suficientes fuerzas... De hecho creo que iré a la cocina... Muero de hambre - dije y me disponía a pararme, pero ella me detuvo.

No, quédate aquí, yo te prepararé algo, por favor no te muevas - me dijo, encendió el farol que iluminaba la habitación y salió cerrando la puerta. Creo que me gusta estar enfermo, ehe~

Me recosté de nuevo y miré al techo, ví como la energía Anemo recorría de nuevo mi cuerpo lentamente, no sé el porque de mi desmayo, pero sea lo que sea, debía evitarlo si no quería preocupar a Lumine en un futuro.

Escuché pasos y como abrían lentamente la puerta, me senté en la cama y la ví allí con un puchero de Barbatos recién salido del horno.

Gracias - iba a tomar el plato cuando ella lo alejó ligeramente.

Yo... Si no te molesta, quiero ayudarte a comer... - dijo ella desviando su rostro pero vi cómo sus mejillas estaban ligeramente ruborizadas. Definitivamente me gusta estar enfermo.

Bueno, si insistes... - dije abriendo lentamente mi boca.

Se sentó a mi lado, y mientras tomaba el plato y con una cuchara me ayudó a comer. ¿Ya dije que me gusta estar enfermo?.

Cuando el puchero se acabó, las palabras salieron por si solas de mi boca;

¿Te divertiste hoy con Diluc? - dije, no quise sacar a conversación aquel tema, pero una parte en mí, necesitaba saberlo.

Admito que Liyue es un lugar muy animado, ver todos esos barcos desembarcar en el puerto y todas las comidas deliciosas que existen aquí, sin duda fue divertido, pero me hubiera encantado que Kaeya y tú estuvieran ahí... - dijo mirándome a los ojos, sentí como su mirada reflejaba que aquello era la verdad... Yo también quise ir, pero ¿Me habría podido controlar? - Bueno... - continúo sacándome de mis pensamientos y me ayudaba a recostarme como si de un niño pequeño se tratase - es hora de que duermas, mañana es el rito de descenso y tienes que tener muchas energías, descansa - se dirigío a la salida y aunque quise con todas mis fuerzas decirle que no se fuera, preferí que aquello no fuera así.

Solo deje que regresará a su cuarto y me acomodé en la cama para dormir mejor...

★ Narra Autora ★

Lumine salió del cuarto de Venti, una parte de ella no quería dejarlo solo y la otra pensó que era mejor así.

Al salir y dirigirse a su cuarto, el primero en el pasillo, notó como Diluc se encontraba leyendo algo, era bastante tarde, por lo que le extraño.

¿No puede dormir, señor Diluc? - dijo Lumine mientras se acercaba al sofá en el que estaba Diluc.

No, realmente no, así que pensé que no molestaría a nadie si salía a leer un poco - dijo Diluc mientras levantaba su vista del libro.

Bueno, es un poco tarde, ¿Quiere que le preparé té para que logré dormir? - dijo Lumine dirigiéndose a la pequeña cocina.

No hace falta señorita Lumine, pero si no le molesta me gustaría hablar con usted un rato... - dijo Diluc dejando el libro en la mesita.

Bueno, no veo porque no... - dijo Lumine saliendo de la cocina y sentándose frente a Diluc.

Llegados a este punto... Quizás podría llamarla, Lumine simplemente, claro si usted así lo quiere... - dijo Diluc un poco nervioso.

Jajaja me parece bien... Diluc - dijo Lumine riéndose ligeramente mientras veía al pelirrojo.

Diluc sintió un pequeño cosquilleo en su estómago al ver a la viajera reír, había quedado cautivado por la melodía de su risa.

Diluc y Lumine hablaron por un rato, hasta que ambos decidieron que era hora de ir a descansar, Diluc, con una leve sonrisa, se dirigió a su cuarto, jamás se había sentido así.

★ A La Mañana Siguiente ★

Kaeya fue el primero en levantarse, esos días no había entrenado para nada y sentía mucha energía, fue así que se dirigió a un pequeño campamento de hilichurls.

En un abrir y cerrar de ojos, ya había terminado con todos, hecho un vistazo al lago que había ahí cerca, la brisa que había ahí era casi hipnotizante, era un lugar bastante alejado y descubrió el pequeño camino que llevaba debido a la batalla de recién.

Se acercó al lago, contempló el agua cristalina, se sentó en la orilla, se quitó las botas y sumergió sus pies en el agua. Se comenzó a quitar su capa y solo quedó con su camisa y sus pantalones. Se tensó de nuevo al escuchar como una rama se quebraba, espero algún otro movimiento.

Cuando sintió alguien acercándose por detrás, se levantó rápidamente y se volteo, miró a la chica de cabellos rubios que estaba ahí.

Ah eres tú, señorita Lumine - dijo el chico y se volvió a sentar.

Disculpé capitán Kaeya... No quería molestarlo - dijo Lumine jugando con sus dedos.

¿Eh? - dijo Kaeya - En vista de las circunstancias, creo que ya no deberíamos de hablarnos así... Después de todo somos amigos, ¿No? - dijo Kaeya sin mirarla.

Bueno si, pero pensé que tal vez le... Te molestaría que te llamase solamente Kaeya - dijo Lumine jugando con sus dedos.

Hemos pasado por muchas cosas juntos... ¿No crees que es un poco ilógico? - dijo el chico volteando a mirarla.

Bueno un poco si... - dijo Lumine riendo nerviosa.

Ven siéntate... Es bastante cómodo estar aquí - dijo Kaeya viendo de nuevo el paisaje.

Pero el rito de descenso... - dijo ella.

Aún es temprano... Pero si lo prefieres marcharemos ahora mismo - dijo Kaeya tomando sus botas y colocandoselas - tendré que pasar a cambiarme - dijo tomando su habitual capa - bueno, vamos - dijo el empezando a caminar.

El trayecto fue bastante animado, Kaeya le hacía preguntas a la viajera y ella respondía animada y viceversa.

Cuando llegaron notaron que Diluc y Venti estaban desayunando y Paimon estaba con ellos;

Veo que ya regresaron... Siéntese, la especialidad de hoy es pollo asado con miel - dijo Venti.

Iré a cambiarme, regreso para desayunar - dijo Kaeya pasando a su cuarto.

El desayuno transcurrió con normalidad. Terminando tomaron sus armas y salieron a la plaza principal, estaba bastante ajetreado aquél día, después de todo era bastante importante.

Al llegar a la plaza notaron la emoción de la gente de Liyue al poder ver a su arconte de nuevo, pero algo no iba bien... Y eso se comprobó cuando el cuerpo de Rex Lapis o la exuvia, cayó inerte sobre la plaza... Alguien lo había asesinado...

Ninguang, el eje celestial, ordenó que nadie saliera de la plaza.

¡Debemos irnos de aquí! - dijo Lumine, es obvio que serían los primeros en ser arrestados.

Te Entrego Mi Corazón, Viajera - Genshin ImpactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora