Te Entrego Mi Corazón, Viajera - Genshin Impact

Momentos de un ayer - Capítulo XLII

★ Hilo de recuerdos; subconsciente de Karlen (Narra Karlen) ★

Los tres rieron por el comentario de Shun. ¿Porque me muestran esto? ¿Que es este lugar? La escena poco a poco se iba esfumando, mostrando otra...

Seguí avanzando en aquél laberinto, esta vez se mostraban a Shun y a mí más grandes, pero yo tenía el cabello blanco y los ojos de color verde y azul.

¿Listo? - pregunto Shun acomodando mi cabello.

Si - conteste.

Bien, "Ignati", demuestra lo mejor que tienes - dijo Shun mientras me daba un arco color blanco con toques dorados.

¿Tengo que hacerlo? - pregunté asqueado.

Si, sabes muy bien que está ceremonia es importante y te toca esta semana ir a ti - dijo Shun cruzando sus brazos.

Odio, esto Shun... ¡Odio ser Ignati! ¡Lo detesto tanto! - exprese con fiereza.

¿Crees que no lo detesto yo también, Karlen? - dijo Shun - pero tenemos que hacerlo por el bien de la familia - dijo desviando su mirada.

¿El bien de la familia? ¡Todo sería mejor si no hubiéramos nacido en esta familia! No tendría que fingir alguien que no soy y mucho menos esconderme - expresé.

Shun me abrazó y ambos nos quedamos en silencio.

¿Ignati? Me empieza a doler la cabeza de nuevo.

Luego aquella escena se fue esfumando poco a poco, conforme seguía avanzando, esta vez con paso más decidido y apresurado.

¡Te amo, Ignati! - dijo una chica de cabellos rubios y ojos violeta.

Yo te amo, Lara... - dije y la besé.

Ay dioses ¿Yo hice eso?

¡Quiero que pasemos todos los días de nuestra vida juntos! - decía Lara.

¡Yo también! - expresé feliz - ¡Quiero que estemos juntos para siempre! - decía feliz.

Una semana más tarde me terminó... Y aún sigo sin saber porque.

Ese recuerdo se esfumó, dejando ver otro;

¡Concéntrate más, Dimitri! - dijo mi padre enojado - ¡Todos los Koslov han sido excelentes arqueros! ¿Porque tú no? - dijo furioso.

Lo siento padre, mejoraré más - dije agachando la cabeza.

Nunca agaches la cabeza, ni siquiera por vergüenza, un Koslov nunca debe agachar su cabeza - dijo mientras se daba la vuelta - empieza de nuevo.

Shun solo me miraba, no podía hacer nada.

Aquél recuerdo se esfumó de nuevo, ahora estaba en otro, ahora estaba al centro del laberinto y un gran árbol cubierto de nieve... Ahí empezó a sonar una melodía suave... Triste.

¡Karlen! ¡Vamos a hacer un muñeco de nieve! - dijo Shun llegando a mi cama, otra vez estaba enfermo. Teníamos cuatro años en ese entonces.

No puedo, Shun estoy enfermo - dije con la nariz tapada.

Oh... ¡Tengo una idea! ¡Espérame aquí! - dijo Shun y salió de ahí.

Esperé unos minutos y Shun vino con nuestro mayordomo, con montones de nieve.

¡Ahora podremos hacer un muñeco de nieve! - dijo Shun con una sonrisa.

Joven maestro Shun, no me parece que sea una gran idea - dijo el mayordomo viendo como Shun dejaba el montón de nieve en el suelo de mi habitación.