CAPÍTULO 46

445 78 12
                                    

— ¿Qué sucede, mi sol?

Sentí como Marcus sobaba mi espalda a modo de consuelo.

Y entendía que estuviera preocupado, ya que desde que había llegado de la editorial, me había tirado sobre la cama, abrazado una almohada, y no me había movido de esa posición en una hora.

— Nada — mentí.

No podía decirle la verdad. No podía decirle que estaba triste porque había discutido con Caleb, seguramente eso no le sentaría muy bien.

— ¿Pasó algo en tu trabajo?

Levanté el rostro de la almohada para observarlo. Me conocía bastante bien.

— En verdad tengo buenas noticias — dije sentándome sobre la cama, a su lado. Intentando esquivar el tema principal que era móvil de mis preocupaciones y mal humor.

Busqué la mano de Marcus y la llevé a mi regazo, mientras la aprisionaba entre mis dedos. Aquel gesto me brindó cierto apoyo.

Marcus me miró de manera expectante, esperando a que soltara la noticia.

Amores Espaciales...— Marcus me miró con reconocimiento en los ojos, supo de inmediato que me refería al libro de ese friki, pues, conocía bien esa novela, ya que la había terminado de leer junto a Jaseth, cada noche antes de dormir.

— ¿Sí?, ¿qué sucede con esa novela?

— Le harán una película — solté sin más, sin poder mostrar una sonrisa a la hora de revelarlo.

Marcus tardó en reaccionar, primero me miró fijamente, como si estuviera intentando interpretar aquella frase, y cuando lo hizo, mudó su expresión confundida a una de sorpresa.

— ¿En serio?

Afirmé con un asentimiento de cabeza.

— ¡Es genial! — Marcus se levantó de la cama y se posicionó frente a mí. Tomó mis mejillas entre sus manos y me dio un corto beso en los labios. Lo miré fijamente, en silencio, cuando se separó de mí. Lucía una enorme sonrisa orgullosa en el rostro. Estaba orgulloso de mí, lo entendía perfectamente.

— No sólo eso...

Marcus me miró de manera quieta. Su rostro expresaba un "¿aún hay más?" de manera cómica.

— Quieren que me encargue del guion.

Marcus me abrazó de manera sorpresiva, su peso hizo que no pudiera mantenerme sentada, por lo cual mi espalda dio con el colchón, aún él sosteniéndome entre sus brazos. Marcus apoyó un brazo sobre el colchón para erguirse un poco, pero aún se mantuvo sobre mí.

— Eso es muy bueno. ¡Felicitaciones!

— Gracias... — mascullé lentamente, mirando en otra dirección. Los dedos de Marcus se posicionaron sobre mi mejilla, guiando mi rostro para enfrentarlo a los ojos.

— Es algo bueno, ¿verdad? — Marcus ya no se veía tan feliz como hacía un minuto atrás. Ahora me miraba de manera preocupada, analizando mis gestos y suspiros, los cuales no podía ocultar.

— Sí, lo es. Y mucho — le aseguré.

Marcus me acarició la mejilla lentamente, mientras intentaba descifrar qué me sucedía. Por supuesto, con sólo verme no habría manera que lo adivinara, sólo le restaba preguntar.

— Si lo es, ¿por qué no luces feliz por eso?

— Estoy feliz por esto... estoy en la cúspide de mi trabajo ahora mismo. No podría pedir nada más.

FLASHBACK IIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora