|EPÍLOGO|

698 42 13
                                    


-¿Estás listo? -Pietro apareció afuera de mi habitación. Había pasado un mes desde que me despedí, desde que me dediqué a vagar por Londres, observando a los que estaban lejos.

-Sí- respondió Viktor de forma sombría.

-Saldremos en una hora-mencionó y tragó saliva -, te dejaré para que puedas. . . para que tengas privacidad.

Había pasado ya un mes de la guerra y me dediqué a observar a todos quienes me importaban desde la lejanía del más allá.

Daphne y Pietro se habían casado, ya no quisieron esperar más. Sin embargo ella lloraba, no había día en que no llorara por mí, también la visité en sueños para darle consuelo, esa mañana al despertar fue el primer día en que no derramó lágrimas de dolor por mí, estas habían sido de comienzo de superación.

Fleur estaba esperando a un bebé, fue hasta mi lápida en el cementerio para contarmelo. No dejaba de pensar en mí, al igual que Florence, no había día en que no me recordara, al igual que Félix, no había día en que no sintiera culpa, por eso también la visité y le dije que gracias a ella; Félix había sido feliz durante todos esos meses que vivió por y para ella.

George volvió a Sortilegios Weasley, a veces pensaba en mí, sin embargo ya no lo hacía con odio. Mi madre por otra parte estaba sumida en la depresión, no me alegraba pero tampoco podía hacer nada por ella, había decidido su vida y ahora debía lidiar con sus consecuencias. Ethan Rosier no había pasado por mi mente en ningún momento, ya no iba a desperdiciar mi mente en pensar en él.

-Amo Viktor -interrumpió Nimby al entrar a mi habitación-, le ruego por favor me lleve con usted -susurró -;no soporto estar aquí.

Nimby había sido fiel a mí hasta el día de hoy, no permitía que nadie entrara en mi habitación, a menos que estuviera Viktor presente. Ella sufría en silencio, no permitía que nadie la viera llorar, pero lo hacía, lo hacía frecuentemente y me partía el corazón. Por ese motivo solía pasar con ella en la cocina y comenzaba a tararear, al parecer ella me oía, pues al hacerlo se calmaba, su llanto se apaciguaba.

-Nimby -contestó Viktor y se arrodilló junto a ella -, ¿estás segura que quieres dejar tu tierra, a tus cercanos? Sé que lo haces porque no quieres que me vaya solo, que no quieres que retorne solo a Bulgaria. Pero no sería capaz de llevarte a una tierra extraña cuando sé que quieres quedarte aquí.

-La ama. . .

-La ama te amaba, eras muy importante para ella y estoy seguro de que querría tu bienestar -declaró con un tono de voz muy dulce- ya he pensado en tí y creo que lo que te propondré te hará sentir mejor.

Ella le observó con sus ojos enormes.

-Pienso que sería bueno que te quedaras junto a Pietro y Daphne, ella pronto va a necesitar de mucha ayuda y sé que quieres seguir trabajando para una familia, en casa no admito que los elfos trabajen para mí y Daphne y Pietro van a cuidarte bien, estarás en buenas manos y no estarás sola.

-Amo. . .

-¿Te parece bien?

Asintió y luego de eso se echó en los brazos de Viktor.

-Ella está bien -declaró él -ella está bien ahora, ella te cuida, ella me cuida y siempre la voy a amar, ella siempre será lo más importante en mi vida, ella y Athenea.

-Usted, ustedes se merecían algo mejor, algo mejor que lo que tienen ahora-susurró mencionando su punto de vista, algo que rara vez se atrevía a hacer.

-Pero así es la vida -contestó -me duele, pero prefiero pensar en que ahora puede ir conmigo a donde vaya y que se llevó la sensación de que jamás va a salir de nuestros corazones.

𝐓𝐇𝐄 𝐈𝐂𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍¹ «𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐒 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑» [G.Weasley/V.Krum] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora