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- Por un momento pensé que no estarías recuperada para el día de la prueba - me dijo Viktor sonriendo. - De verdad que intenté verte pero la enfermera de la escuela es demasiado estricta. - comentó haciendo una mueca.

Viktor había sido tan honesto conmigo con respecto a todo, que me sentía realmente mal por hacerle creer que estaba enferma, pues era incapaz de decirle que no fue así; que me había escondido en la enfermería porque era una cobarde.

- ¿Te sientes preparado para eso? - le pregunté - Me refiero a la prueba.

- ¿Por qué? ¿Temes que me pase algo y sufras por no volver a verme? - cuestionó haciendo un puchero adorable.

A pensar de que él era muy varonil y apuesto, podía llegar a ser muy tierno y eso hacía que algunas cosas se removieran en mí. Él tenía una especie de imán, ya que por alguna razón no podía conseguir mantenerme al margen a pesar de tener sentimientos claros por otra persona.

Yo aún no resolvía que era lo que sentía por el búlgaro realmente.

- La verdad es que tengo que admitir dolorosamente que no podría soportar que te pase algo. - respondí con sinceridad - No me gustaría que te sucediera algo malo, sabes que esto es muy riesgoso.

Desde hace unos días atrás que tenía una terrible sensación con respecto a Barty, durante todo ese año no había podido descubrir qué era lo que realmente buscaba, no sabía si realmente tenía que ver con Potter.
Sentirme cómplice de ese psicópata me hacía querer arrancarme los cabellos, la verdad es que su última posibilidad de actuar era hoy.

Y eso me inquietaba, me inquietaban sus miradas psicóticas, su manera irritante de mover la lengua de serpiente, su manera de deambular por el castillo creyéndose poderoso porque nadie sabía de sus planes y reales intenciones.

Observé las facciones de Viktor, me centré en sus rasgos masculinos y en sus tupidas pestañas y cejas, realmente era muy atractivo. Él me veía con una expresión que no pude identificar del todo. Pero lo que podía sentir cuando estaba cerca de él era innegable.

Entre nosotros se generaba un ambiente demasiado intenso, la tensión sexual que había cuando nos reuníamos no podía debatirse y yo trataba de controlarme para no ser una zorra.

- Sefi ¿Qué podría sucederme? Soy de Durmstrang, por favor no me subestimes - comentó haciendo un gesto de importancia.

- No lo sé - reí. - Ya no estoy dispuesta a perder galeones apostando por tí.

En ese momento tomó entre sus dedos un mechón que había volado de entre mis cabellos, lo observó y lo colocó tras de mi oreja; nos miramos de nuevo con esa intensidad que sólo había cuando estábamos solos y que disimulabamos en las clases y en los pasillos para evitar las preguntas después de la noticia en el periódico.

- Debo confesarte algo- murmuró muy cerca de mi cara, pude sentir su perfume que me llenó las fosas nasales mareando mis sentidos. - Tengo que admitir...

- ¿Qué cosa? - murmuré, igualando su tono coqueto.

- Voy a extrañarte demasiado cuando tenga que volver a la escuela en Noruega. - confesó, haciendo que sus mejillas se tiñeran de un rosado pálido. - Me gusta demasiado tu compañía y el tener que volver allá no me hace gracia.

Tragué saliva ante esa situación, me ponía en aprietos tener que contestar, ni siquiera sabía que sentía.

- Yo... - dije mientras comenzaba a farfullar como una estúpida.

- Sefi. - susurró, tomando mi mejilla - yo lo sé, no es necesario que lo digas, sé que hay alguien más, sé que te interesa él, sé que está en tus pensamientos desde antes que yo - declaró - no te estoy pidiendo que lo olvides, de verdad.

𝐓𝐇𝐄 𝐈𝐂𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍¹ «𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐒 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑» [G.Weasley/V.Krum] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora