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Los meses fueron pasando y la obsesión de todos por la última prueba fue creciendo. Hogwarts iba a la cabeza del Torneo con Cedric, seguido de Potter. Ahora casi todos se habían subido al carro de la victoria y apoyaban a Diggory.
Yo seguía pensando que no importaba lo que sucediera, el torneo estaba arreglado para que ganara el huérfano de Hogwarts.

Desde que Harry Potter llegó todo giraba en torno a él, por ende no entendía porqué se esforzaban tanto, hicieran lo que hicieran Dumbledore haría lo que fuera porque Harry ganara, eso era un hecho.

La presencia de Barty por la escuela no hacía nada más que ponerme nerviosa. No podía evitar asistir a su clase, defensa era requisito para todo.

Y eso obviamente era un real fastidio.

Me había quedado dormida para mi desgracia, me había quedado leyendo hasta tarde el libro de Artículos Malditos que había sacado de la biblioteca la última vez.

Sabía que cuando llegara ante el salón, Crouch me diría alguna cosa antipática, que provocaría que todos pusieran atención. Bueno ya me estaba acostumbrando a que siempre hiciera comentarios a cerca del ojo que supuestamente le sacó mi tío. Digo supuestamente porque él no era el verdadero Moody.

Golpeé al llegar y abrí la manecilla.

— ¿Puedo pasar, profesor? — le pregunté y se volvió a mí. Tenía esa miradita sarcástica. Obviamente disfrutaba el hecho de que le llamara así a sabiendas que era un impostor.

— ¿Qué sucedió Rosier? — me increpó, acercándose. — ¿Una poción para dormir? ¿Tienes problemas? — dijo mientras se burló.

— No, la verdad es que me he quedado leyendo — contesté, no permitiría que ningún presidiario inmundo quisiera jugar conmigo, por lo que usé su misma táctica — a cerca de la poción multijugos — le solté con ironía — es muy interesante el cómo se prepara, leí que las personas llegaban a robar los materiales con tal de hacerla . — contesté.

Él me miró con furia, podía ver la locura salir de sus ojos y sus ganas de maldecirme ante todos.

— Siéntate. — ordenó.

Me dirigí al asiento que solía usar, estaba vacío ya que Helena había decidido pasar de la clase por un dolor de cabeza.

— Rosier — llamó y me volví. — Siéntate con Weasley, él también está solo y  trabajarán en dúos.

Hijo de puta, estaba desafiandome.

— ¿Acaso en esta clase ya no se puede escoger compañero? — le rebatí.

— Pues supongo que ya estás familiarizada con él, después de tantas noches de castigo. — insinuó. — dudo que te incomode su presencia.

Maldito loco, realmente lo odiaba.

De verdad que estaba a un colapso nervioso de delatarlo ante todos.

Tomé mis libros que ya había dejado sobre mi mesa y fuí al lado de George. Me pregunté de inmediato a donde estaría su fotocopia. No le miré al sentarme junto a él, cosa que a él claramente le molestó. Slytherin tenía defensa de artes oscuras junto a Gryffindor y ahora la delegación de Durmstrang que tenía nuestra edad se acomodaba en el salón.

Viktor se volvió disimuladamente a verme y yo le dí un asentimiento mientras le sonreí, él me tiró un beso disimulado con su mano.

Me puse de inmediato a poner atención y a tomar apuntes en mi cuaderno. Esta clase se trataba precisamente sobre Objetos Malditos y cómo hechizarlos para que causaran daños. Obviamente Crouch nos enseñaba ridículas técnicas para revertir el hechizo, cosa que hacía de mala gana ya que si fuera por él, asesinaría a la mitad de este salón.

𝐓𝐇𝐄 𝐈𝐂𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍¹ «𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐒 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑» [G.Weasley/V.Krum] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora