|01|

2.9K 230 66
                                    

Persefóne.

Según la mitología griega, Perséfone fue hija del Dios Zeus –padre de todos los dioses– junto a Demeter, la diosa de la fertilidad.

Se decía que Perséfone era una jóven cuya belleza era inigualable, cuando paseaba por los prados, las semillas germinaban y las flores brotaban de múltiples colores.

Pero la joven fue raptada por Hades– el dios del inframundo– haciendola su esposa. La única manera de volver a la tierra, fue cuando Hermes– el mensajero de los dioses– fuera por su persona a los infiernos y ella no comiera de la granada que Hades le había obsequiado para el viaje. Pero Perséfone no quería volver, por eso comió de los granos. Su madre en un deseo egoísta, quería tenerla junto a ella en la tierra, pero la joven quería tener su propio mundo, sus propios dominios.

Y junto a Hades en el infierno los podría tener, convirtiéndose así en la ama y señora del inframundo, en la diosa del Infierno.

Desde los orígenes latinos, han querido expresar que el nombre Perséfone significa, brotar o dar vida, pero no.

Etimologicamente desde el griego antiguo, sólo significa una cosa:

Pertho, significa destruir, Phon, asesinato.

En pocas palabras.

«Perséfone, o la que trae destrucción» o «la que lleva la muerte»

Terminé de leer el pergamino con mi tarea, el profesor Binns de Historia de la Magia nos había mandado como deber, investigar los orígenes y significados de nuestros nombres, de modo de reconstruir nuestro pasado y de esa forma analizar como contribuía a la historia de nuestra familia, cómo nuestro nombre influía en nuestra vida.

Mi nombre en particular, me identificaba a la perfección.

Perséfone, la que trae destrucción, era un nombre poderoso, de alguien que imponía respeto.

El profesor Binns me miró algo conflictuado al escuchar la particular definición que yo le había dado, y lo bien que me sentía con respecto a ella.

— Muy bien señorita Rosier, su tarea es una de las más completas hasta ahora. — me felicitó luego de aclararse la garganta— me alegro que se haya dado el tiempo de buscar y de hacer el deber a conciencia.

Sonreí con suficiencia, mis notas eran excelentes, siempre cumplía con todo a lo que asignaturas respectaba.

— Aburrida. — una voz sonó desde el fondo del salón. No tenía que volverme para saber a quién pertenecía.

Me volví brusca para hacerle frente.
— Eso lo dices porque jamás tendrás una tarea tan completa como las mías pobretón Weasley. — le contesté con desdén.

Desde que había iniciado mi formación académica en Hogwarts, los gemelos Weasley habían sido mi pesadilla, yo los odiaba, a George sobre todo. Siempre buscaba una forma de molestarme, de perjudicarme o de que las cosas malas me sucedieran. En un principio sólo decidí ignorarlo, mi padre me había advertido que tenía que mantenerme lejos de personas como ellos, los Weasley eran traidores a la sangre y yo no debía estar cerca de ellos, así me habían educado.

Ahora que ya estábamos en sexto, esa hostilidad entre nosotros no había disminuído, más bien había aumentado y por parte de ambos.

— Jamás querría ser como tú Rosier — pronunció mi apellido con el mismo odio que yo había pronunciado el de él.

El profesor se apuró a calmar nuestra discusión, pero claramente me dió el favor a mí.

— Señor Weasley, ya que anuncia que la tarea de su compañera es aburrida, podría hacernos los honores y leernos la suya, por favor.— le indicó el profesor y yo me volví para sonreírle con malicia, a modo de triunfo.

𝐓𝐇𝐄 𝐈𝐂𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍¹ «𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐒 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑» [G.Weasley/V.Krum] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora