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Mi madre parecía un alma en pena, no pensaba que esto fuera a afectarle tanto. El cementerio estaba repleto de flores porque Viktor se había encargado de que así fuera; él había mencionado que yo merecían de toda la magia que pudiera haber y él se encargaría de que así fuera.

Había hecho aparecer miles de flores por todo el lugar.

Hasta ahora tenía esas gestos que me hacían amarlo con más fuerza.

Qué difícil, perverso y morboso era   observarme dentro de un féretro. Tenía que admitir que hasta muerta me veía divina, pero aún así; poder analizarme desde otra perspectiva me causaba algo de escalofríos, ansiedad y náuseas.

—Le doy mis condolencias, señora Rosier, señor Krum— solían decir las personas que se acercaban a dar el pésame por mi muerte.

Qué ironía, seguramente todos ellos me detestaban en vida.

Había un montón extra de aurores que hicieron arribo al cementerio, todos estaban en búsqueda de Ethan pues cuando Voldemort le ordenó a sus fuerzas retirarse este se había dado a la fuga.

El señor tenebroso cayó, Harry Potter se hizo vencedor y todos los mortífagos o fueron tomados detenidos para hacerles juicio, o por el contrario se dieron a la fuga porque les esperaba una larga estadía en Azkaban con una final condena con el beso del dementor.

Señora Rosier, quisiera hablarle sobre su esposo; es necesario que. . .

—Ustedes los ingleses son muy maleducados —interrumpió Viktor —¿acaso no te das cuenta que estamos en el funeral de mi esposa? Ten un poco de respeto por los que hemos sufrido pérdidas en la batalla o en la guerra.

—Sólo hacemos nuestro trabajo señor.

—Pues me importa una mierda tu maldito trabajo, supongo que unas preguntas redundantes e ilógicas pueden esperar a que terminemos la ceremonia— espetó Viktor con ganas de golpearlo, sus ganas de hacerlo eran visibles; no podía creer que el ministerio quisiera mancillar la última instancia que tendría junto a mí.

Pietro se percató de la situación y se acercó para disuadir la tensión.

—Señores, después habrá todo el tiempo del mundo para contestar preguntar, aquí hay una mujer que perdió a sus dos hijos en la guerra, un hombre que perdió a su esposa e hija que ni siquiera había nacido, deberían tener un poco más de consideración —comentó tomando el control del asunto—, de verdad les invito a retirarse si es que no quieren generar un nuevo enfrentamiento que probablemente no terminará bien para ustedes.

Pues luego de eso observé como el ataúd blanco y elegante que contenía mi cuerpo descendía los metros necesarios bajo tierra.

Mi madre inexpresiva, mi esposo sufriente, mis amigos dolidos. Lamentos y llanto era todo lo que había dejado una guerra estúpida, una batalla que sabíamos lo que traería; soldados caídos y tras ello pérdida irreparable para todos.

El jardín donde quedaría había sido comprado por mi esposo que quería que descansara en un jardín hermoso, como si fuera una reina. Él había conocido a otra mujer, no a la que conocía el común de las personas, él había conocido a Perséfone y no a la reina de hielo.

Yo le veía desde detrás de la lápida que tenía enmarcada la inscripción de mi nombre y el de nuestra hija.

«Perséfone Nox Krum»

1978- 1998

«Athenea Caliope Krum»

𝐓𝐇𝐄 𝐈𝐂𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍¹ «𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐒 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑» [G.Weasley/V.Krum] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora