Sentí leves golpes en la puerta principal. Puse atención cuando Nimby se acercó a abrir y noté que la cabellera rubia de mi mejor amiga se hizo presente en el recibidor de la Mansión Avery. Me puse de pie de inmediato y dejé la taza de café que sostenía entre las manos mientras lidiaba con el fuerte dolor de cabeza que tenía desde hace días.
—Sefi. . . ¿Cómo estás?— me preguntó mientras se acercó al salón donde estaba cubierta con un edredón— ¿Todo va bien?
Daphne era una puta genia y no había manera de engañarla bajo ninguna circunstancia, quizás ella y su sexto sentido tuvieron una epifanía de las terribles cosas que tenía que hacer y de las que tenía que ser parte desde antes que la marca tenebrosa estuviera en mi antebrazo.
—No me ves hace semanas y lo primero que me preguntas es eso, pensaba que me contarías algo sobre tu acechante matrimonio— mencioné— Estoy aquí, estoy entera y sin ninguna parte de mi cuerpo que me falte; por ende estoy bien.
Los ojos atentos e intrépidos de Daphne estuvieron atentos a mis expresiones, a mis gestos y a la manera en la que hablaba. Me miraba como si supiera que algo había cambiado en mí, como si hubiera nacido o muerto algo en mi interior. Se sentó a mi lado y rápidamente Nimby le trajo una taza de té de manzanilla -su favorito- . Ella hizo tintinear la cucharita en la taza algo nerviosa.
—Me preocupas, lo sabes; quiero que estés bien—señaló— Y desde un tiempo a esta parte haz estado muy extraña, la verdad es que siento que hay algo diferente en tí, en tu aspecto, en tu forma de ser— siseó. Su mano se acercó y tomó la mía, pude percibir su incomodidad al notar mi tacto frío y disimuladamente quiso dejarla para sentir si era posible que mi mano estuviera tan congelada.
— Sólo estoy resfriada, dramática—me apresuré a decirle antes de que su mente comenzara a inventarse cosas— Creo que eso es algo muy normal.
—Perséfone, no es normal lo que sucedió con Gaspar , ¿acaso no te genera intriga o nerviosismo que los aurores estén paseándose por fuera de tu casa?
Reí de forma escandalosa ante sus preocupaciones. De verdad Daphne en ocasiones necesitaba relajarse. En eso éramos opuestas, quizás debería haber sido más como ella, más disciplinada, más estructurada y no estaría metida en los dramas que ahora tenía a cuestas.
—No me importan, Avery está muerto y si me tienen como una sospechosa pues probablemente estén en lo correcto— farfullé con algo de sarcasmo. Ella me dió con el puño en el hombro, creyendo que mi sarcasmo era falso. Sin embargo no permitiría que ella viviera con el peso de ser mi cómplice.
Daphne era una chica que merecía todo lo bueno en este mundo, claramente se vería en el dilema de estar en medio de pensar que Avery merecía morir y que era sumamente sórdido que fuera yo quien lo maté y además haberme aprovechado de su muerte para fines póstumos. Ella fue mi amiga desde el inicio y por ende no iba a involucrarla en nada que tuviera que ver con ilícitos.
—Bien ¿Supongo que haz venido a algo más que sólo saber sobre mi estado de salud?
Ella sonrió y buscó dentro de su cartera, sacó de allí una especie de tarjeta confeccionada en un fino papel de color blanco hueso perlado. Me lo entregó y pude ver su nombre escrito en el y el de Pietro, era su partida de boda. No pude evitar emocionarme por ella, esta era la definitiva y sus ojos transmitían la felicidad de una chica que se casará con el amor de su vida, con el chico que conoció un día que vivía a cientos de kilómetros y que estaba de cierta forma destinado para ella.
—¿Vas a ser mi dama de honor?— me preguntó abriendo sus brazos para que le regalara uno de nuestros abrazos— Nadie más podría hacerlo, eres mi mejor amiga Sefi; tienes que ser la madrina de mi boda.
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𝐓𝐇𝐄 𝐈𝐂𝐄 𝐐𝐔𝐄𝐄𝐍¹ «𝐍𝐎 𝐒𝐀𝐁𝐄𝐒 𝐌𝐄𝐍𝐓𝐈𝐑» [G.Weasley/V.Krum]
Fanfiction«Según la leyenda en la vida tenemos tres amores que definen nuestra existencia. El primero es infantil e inmaduro, no dura mucho pues estamos sumidos bajo nuestros deseos egoístas. El segundo es el amor imposible y hacemos hasta lo inhumano para q...