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Ambos salieron de la pequeña sala de terapia casi a la misma vez.

Harry ya estaba fuera, esperando a que se acercara algún enfermero para indicarles que se podían ir , cuando Louis salió.

Se le podía percibir que había llorado un poco, ya que tenía los ojos un poco rojos e hinchados.

Lo que más le extrañó a Harry no fue que Louis hubiera llorado, fue que a él le importó que Louis hubiese llorado.

Harry el era el tipo de personas que no se preocupaban por los demás, simplemente vivían su vida. Había tenido que aprender a hacerlo. Pero en ese momento sentía un sentimiento que ni recordaba. Compasión.

Se estaba compadeciendo de Louis, una persona que acababa de conocer y que no sabía absolutamente nada de él.

El rizado intentó evadirse de esa sensación y se intentó autoconvencer de que no había pasado nada. Pero sí lo había hecho .

- Hola Harry. ¿ Cómo te ha ido la terapia ? - preguntó tímido el ojiazul.

- Bien- respondió cortante.

- ¿ Tienes que seguir viniendo también tres días a la semana ?- intentó seguir la conversación Louis.

- Sí. Tú también, supongo-

- La verdad es que sí. ¿ Tú crees que servirán para algo ?-

- No realmente-

- ¿ Por qué no ?-

- ¿ Tú de verdad crees que contándole a una vieja que no concozco de nada mis problemas, me va atraer de vuelta a mis padres ?-

- Oops, lo siento, no lo sabía. Si lo miras desde ese punto , vale , pero ellos son los que realmente saben del tema, ¿no?-

El rizado se limitó a encogerse de hombros.

Ambos se quedaron en silencio, hasta que llegó un enfermero.

- Tomlinson, tu pastilla- dijo, mientas le tendía un blister y un vaso de agua - Acompañadme los dos-

Louis se tomó lo pastilla y siguió al enfermero, seguido del ojiverde. Siguieron andando hasta llegar a su ala correspondiente. Louis le devolvió el vaso vacío y ambos entraron en el pasillo de habitaciones.

- ¿ Cuál es tu habitación, Harry?-

- La número diez ¿ Y la tuya?-

- La catorce. Tú compañero es Niall, ¿verdad?-

- Por desgracia, sí-

-¡ Con lo majo qué es Niall!-

- Habla demasiado- se limitó a contestar.

- Pues mi compañero es justo lo contrario. Casi nunca habla y, si lo hace, es porque tú le has preguntado antes-

- Es de los míos-

- Te lo puedo presentar, si quieres claro -

- Mañana en el desayuno - dijo Harry, mientras llegaban a su habitación.

- Bueno, mañana nos vemos Harry. Ha sido un gusto conocerte- se despidió Louis.

- Lo mismo digo -

Dicho esto, Louis siguió hacia su habitación y el rizado entró en la suya. Niall estaba tumbado en su cama, leyendo un libro.

En cuanto lo vio entrar, le saludó y le preguntó a dónde les habían llevado.

- No sé que de una terapia, con una psicóloga de mierda. Y encima ahora me toca ir tres veces a la semana. Definitivamente, debería morirme-

- Harry, no digas esa la cosas, por favor-

- ¡ Por qué todo el mundo me dice lo mismo ahora ! He vivido años con gente que me invitaba a ello y ahora parece que está mal. Que os den por culo a todos-

- Eso te gustaría a tí-

- ¿ Perdona ?

- Styles, no hay que ser un genio para darse cuenta de que tú, hetero lo que se dice hetero, no eres-

- Eso lo sabrás tú porque me conoces mucho-

- No,lo sé porque tengo un radar para estas cosas. Además, Tomlinson y tú pegais juntos-

- Ni en sus peores pesadillas-

- Eso ya lo veremos-

Tras estas palabras, Harry se quitó los zapatos y se acomodó en su cama.

- Por cierto, ¿ qué estás leyendo ?-

- Harry Potter y el Prisionero de Azkaban-

- Vaya friki-

- No te metas conmigo de esa manera, que te lanzó una Avada Kedavra -

-¡¿ Un qué!?-

-¿ Lo ves ? Simples muggles-

- Agggg, deja de decir estupideces-

Lo único que pudo hacer Niall fue reírse.

- Tu risa me parece la octava maravilla del mundo - apuntó Harry.

-¡ Pero bueno ! ¿ Harry Styles siendo amable y diciendo cosas bonitas de los demás? No me lo creo -

- Cállate Horan- dijo el rizado, mientas se le escapaba una pequeño risa.

Cuando llegó la hora , el enfermero de turno abrió la puerta y les dejó la cena.

Ambos chicos estuvieron cenando juntos y hablando de cosas irrelevantes, hasta que estuvieron lo suficientemente cansados para acostarse.

Ese día, Harry no tuvo pesadillas.

Clínica Cowell [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora