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Tras separarse, ambos chicos se miraron a los ojos y vaciaron el poco aire que les quedaba en los pulmones. El momento no se había prolongado en el tiempo, pero había sido muy intenso. 

Aunque Harry ya se había relajado, con la ayuda de Louis, un enfermero le dio un ansiolítico. 

- Creo que lo mejor será que descanses Harry- le indicó la doctora Smith, que había presenciado toda la escena.- Un enfermero os acompañará a tu habitación. Me gustaría que Louis se quedara contigo, por si te vuelve a dar un ataque o te sientes mal.- 

- Por supuesto, me quedaré con él- respondió el ojiazul.

Y eso hicieron. Una enfermera les acompañó hasta la habitación del menor y les cerró la puerta, dejando a ambos dentro, avisándoles que se quedaría por allí cerca y atenta, por si necesitaban algo. 

- Harry, creo que lo mejor que puedes hacer es lavarte la cara, refrescarte un poco y acostarte. Igual incluso eres capaz de dormir un rato- 

El rizado le hizo caso. Se lavó la cara y se echó agua en la nuca y en el pecho. Se quitó la camiseta para estar más cómodo, lo que hizo que Louis se ruborizase un poco. No se dio cuenta de aquello y se tumbó boca arriba en la litera de abajo,  invitando a Louis a hacer lo mismo.

La cama no era muy grande, por lo que se rozaban los brazos y no había espacio entre ambos. No les importó. En ese momento no les estaba importando nada, salvo la presencia del otro. 

- Siento que hayas tenido que verme de esa manera Lou, ha sido penoso de mi parte- 

- Harry, has tenido un ataque, no es culpa tuya. Lo importante es que ya estás bien y todo ha pasado. - 

- Gracias, en serio. No sé que habría hecho si no hubieras estado tú allí. Tendría que haber abrazado a la doctora Smith. Que pesadilla- apuntó, haciendo que la habitación se llenase de risas. 

- ¿ Te imaginas? Tú agarrado a ella y llenándole la blusa de lágrimas, apoyando tu cabeza en su hombro. Vaya imagen- prosiguió Louis, haciendo que el rizado soltase una carcajada. 

- Y después haberle felicitado por lo que me había ayudado. Ni de coña- dijo, mientras negaba con la cabeza. 

Tras esto, ambos volvieron a sumarse en un cómodo silencio. A Harry nunca le habían gustado los silencios. Nunca le había resultado algo que se pudiera considerar dentro de una relativa comodidad. Siempre que se quedaba en silencio con su padre, intentaba sacar conversación con tal de no quedarse callado. 

Pero con Louis era distinto. Podrían pasar horas en silencio, simplemente compartiendo espacio, que no se iba a sentir incómodo. Eso es algo que el ojiverde agradecía realmente. 

- Creía que estaba preparado para hablar de mi padre. Ya veo que estaba equivocado- explicó, tras divagar de un pensamiento a otro.

- ¿ Es eso por lo que te has puesto así?- 

- Sí. Me estaba preguntando sobre mi padre, su enfermedad para ser más exactos. La sesión iba bien o eso creía. Supongo que he ido acumulando la tensión hasta el final. El desencadenante final ha sido que la doctora hubiese llorado. Creo que han sido muchos sentimientos en muy poco tiempo. - 

- Te entiendo. Yo tampoco he salido muy bien de esta sesión.- 

- ¿ Mierdas de familia también?-

- Así es. En otra ocasión ya me hizo hablar sobre ella y la educación que nos dieron mis padres a mí y a mis hermanas, pero hoy quería saber en profundidad la  relación que tenía con mis hermanas y hablar un poco más de ellas. Hacía un tiempo que no hablaba sobre ellas . Hoy me he dado cuenta de que realmente las echo de menos y lo mucho que las he llegado a querer. -

Clínica Cowell [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora