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Cómo ya era de costumbre, los enfermeros aporreaban las puertas de la unidad cada mañana, haciendo que los residentes se despertasen bruscamente.

Pero nuestro irlandés era más listo que los demás. Hacía unos meses, había conseguido robarle un reloj a uno de los enfermeros que lo llevaban a rehabilitación, tras haberse roto un tobillo jugando al baloncesto.

Su antiguo compañero, Lewis, le había puesto la zancadilla para evitar un mate y Niall se dobló brutalmente el tobillo, finalmente partiéndoselo.

La escena fue de los más subrrealista. Mientras Lewis se disculpaba y los demás se quedaban en shock, el rubio se miraba el pie, totalmente descolocado, y se partía de la risa.

Al final terminaron todos admirando y riéndose del desgraciado tobillo de Niall.

El rubio había aprovechado uno de esos trayectos y consiguió usurparle el reloj.

Y lo que empezó a hacer fue ponerse una alarma diez minutos antes de que llegasen los enfermeros y así no levantarse todos los días con mala leche, como la gran mayoría, aunque no era solo por los golpes de los enfermeros.

El ambiente en el que se puede estar en un hospital psiquiátrico, con chicos drogadictos, suicidas, depresivos... era todo menos agradable.

Así que Harry de despertó con un leve pitido, proveniente de la cama de abajo.

-¿ Niall?

- Dime-

- ¿ El pitido ese es tuyo?- preguntó el rizado, desperezándose.

- ¿ Cómo le supiste Sherlock ?-

- Ni puta gracia Horan. Es muy temprano para tu puto sarcasmo -

- Relaja Styles, joder como se levanta. Sí , es una alarma; prepárate, que en diez minutos están aquí- advirtió el irlandés.

- ¿ Quiénes?-

- Michael Jackson, Kurt Cobain y Elvis Presley -

- Niall, deja de tocarme las pelotas, te lo advierto gilipollas-

- Vienen los enfermeros ,Styles, los enfermeros.- respondió Niall , riéndose, como era normal en él.

A pesar de todo lo que el chico había pasado, siempre mantenía la mejor sonrisa posible en su rostro.

Y eso era algo que muchos residentes admiraban y daban a conocer al irlandés.

Cómo había advertido Niall, a los pocos minutos aparecieron los enfermeros y, como de costumbre, golpeando las enormes puertas que los retenían allí.

Ambos chicos se levantaron de la litera y se dispusieron a vestirse. Mientras Niall de lavaba los dientes, Harry se peinaba cuidadosamente el cabello.

El ojiverde tenía principal cuidado con su cabello, y era bastante bueno presumiendolo.

Incluso, a veces, lo hacía sin darse cuenta.

Como de costumbre, al terminar de arreglarse se dirigían al gran comedor.

Se fueron encontrando con los chicos en el pasillo y se dirigieron todos juntos a su correspondiente mesa.

- Buenos días rubio- dijo Ashton, extrañamente feliz.

Ashton Irwin había sido ingresado en la clínica Cowell cuando tenía 19, hacía 5 años , por una fuerte depresión, fruta de la muerte de su novia.

Llevaban saliendo casi tres años y , para Ashton, era la mujer de su vida.

Gemma, como se llamaba la chica, había sido el pilar fundamental para el chico, sobre todo cuando salió del armario como pansexual.

Clínica Cowell [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora