Clínica Cowell [ls]

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24 de diciembre. 

Uno de los días más bonitos de todo el año, donde las familias se reúnen en torno a una mesa y recuerdan anécdotas pasadas. Esas que si valen la pena recordar. 

Pero Harry estaba nervioso por algo totalmente distinto. 

- ¿ Crees que le gustará?- preguntó, mientras se levantaba de la cama y subía a la litera de arriba.

- Llevas preparando la sorpresa una semana. Nunca te había visto tan entregado con algo. Déjame que te afirme que todo saldrá bien.- respondió el rubio. 

- Yo... No sé. ¿ Y si sus cumpleaños anteriores eran mejores ?- 

- Harry, el papel de estúpido ya  lo tiene Josh. Por favor, deja de decir tonterías. ¿ Estamos hablando del mismo Louis, ese que odiaba estar con su familia y que los únicos amigos que tenía era una banda de drogatas? Lo más importante de celebrar un cumpleaños es la gente que te rodea ese día, no cuan grande pueda llegar a ser la fiesta.- 

- ¿ Y yo seré lo suficiente para él?- 

Aunque no lo mostrase, Harry era muy inseguro en torno a la relación que mantenía con Louis. De hecho, fue su idea el no poner etiquetas a lo que ocurría entre ambos. No quería desilusionar al chico. Desde el principio, la idea de no ser suficiente para Louis, que no le merecía se había mantenido intacta. Por mucho que el mayor le recordase que era lo mejor que le había pasado nunca, que le quería y que no quería separarse de él, las inseguridades del rizado no desaparecían. 

- Styles, ahora si que me voy a poner serio. Lo poco que me has contado de lo que pasa entre vosotros dos es suficiente para saber que os queréis, eso lo primero. Tú estás tan enamorado de él, como Louis lo está de ti. ¿ Sabes por qué? Porque os necesitáis. Habéis encontrado lo que llevabais una vida entera buscando. Y eso es comprensión, paz y cariño. Alguien en quien apoyarte cuando más lo necesites y en quién confiar tu corazón. Sé en primera persona lo que es ser inseguro, recuerda que desarrollé un desorden alimenticio por pensar que no era suficiente para nadie. Y, por eso mismo, sé que hay que olvidarse de ello y vivir en esta realidad. Si Louis te dice que eres precioso, te lo crees. Si te dice que eres lo mejor que le ha pasado, te lo crees. Si te dice que no eres egoísta, te lo crees. Porque no te va a mentir, porque te quiere de verdad. Nunca había visto un amor tan puro como el de vosotros, tan delicado y explosivo a la vez. Sois complementarios.- 

Lágrimas recorrían las rosadas mejillas del ojiverde. Las palabras de su mejor amigo rebotaban en su cabeza una y otra vez. Se sentían tan sinceras, pero a la vez creía que aquello no era más que un sueño.

Un sueño del que despertaría cuando menos se lo esperase y le devolviese a la realidad, donde estaba completamente solo y todo el mundo rehusaba de él. 

No podía permitirse perder a Louis, porque él era su cordura. 

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Algo le despertó, repentino. 

Cuando abrió los ojos se encontró con la cara de su compañero de habitación a centímetros de la suya.

- ¡ Por fin, creí que te habías muerto o algo!- 

- Luke, sabes que tengo el sueño profundo.- dijo, mientras se rascaba los ojos. 

- Creo que ya me he dado cuenta.- 

- ¿ Qué es lo que quieres tarado?- 

- ¡ Felicidades abuelo!- 

- No soy tan mayor, estúpido- exclamó indignado. 

- Tienes cuatro años más que yo, eso es mucho.- 

- Solo cumplo veinticuatro, no es mi culpa que tú seas un puto bebé.-