- No puedo creer que reaccionasen de esa manera.- exclamó Louis.
- Cariño, el papel de pesimista aquí lo tengo yo.- contestó sarcástico Harry.
Ambos se encontraban de camino al gimnasio, tras haberse despedido de las hermanas de Louis.
Muchas lágrimas cayeron y aún podían sentir el tacto de las chicas sobre su piel.
El ojiazul no sabía cuanto tiempo había estado abrazado a ellas. Habían parecido segundos, pero le reconfortarían durante vidas enteras.
Harry se sintió estupefacto cuando también le envolvieron entre sus brazos, tratándole como si fuera de su propia familia.
Ellos eran la única familia que tenía.
Incluso congenió con las gemelas, quienes no dejaban de preguntarle sobre su relación con Louis, quién había sido el que tomó la iniciativa en el primer beso, si querían tener hijos e, incluso, si se habían acostado ya.
Harry se había dado cuenta de que las dos eran muy energéticas y que irradiaban felicidad. Se parecían mucho a su hermano en la manera en la que se entusiasmaban por cualquier cosa.
El chico amaba ese aspecto de Louis.
- Ya sé que suelo ser más optimista, pero tampoco quería romperme en pedazos allí dentro. No podía hacerme ilusiones y tener las expectativas altas cuando podrían haberme dado una paliza y repudiarme por lo que realmente soy.-
- Tienes razón. Pero ya podemos respirar tranquilos, ¿verdad? Todo ha ido bien, ellas te han aceptado y han dicho que vendrán a verte con cierta frecuencia, siempre que puedan esquivar a sus padres.-
- Ese para son los que realmente me preocupan.-
- ¿Y cómo están Johanna y Mark?-
- Malhumorados. Desde que te fuiste, es decir, te echaron, están amargados. Papá casi no abre la boca para hablar, solo se queja. Trabajan más horas que antes, por lo que vienen a casa prácticamente a dormir. Mamá se pasa los días perdida en sí misma, tanto que parece un fantasma. Tú le dabas vida a nuestra casa, sin ti no hay nada.- respondió Lottie, volviendo a sollozar.
- El ambiente es muy tóxico.- prosiguió Fizzy.- Tenemos miedo de abrir la boca por si se cabrean. Vivimos en una puta jaula. No nos dejan salir nada más que para ir a clase. Cada vez irradian más odio y ya no ponemos la televisión, porque siempre hay algo de lo que quejarse. Tú eras el que ponía orden y la persona que hacía sentirnos que valíamos para algo. Ahora solo somos cuatro mamarrachas que deben encontrar a un hombre, hecho y derecho, para poder servir de algo.-
- No queremos eso. Nos gustaría vivir nuestra propia vida, no la que ellos nos quieren imponer. Parece que nuestro futuro ya está escrito y que no podemos cambiarlo. Nos enamoraremos de un hombre de buena familia, nos casaremos, tendremos dos hijos y nos moriremos. No ven nada más allá de esto. Quiero viajar y conocer mundo, salir de fiesta, hacerme un tatuaje y ya encontraré a alguien, si es que lo encuentro. Tampoco veo tan mal ser madre soltera y adoptar gatos.- añadió Phoebe.
Louis no pudo reprimir el llanto y volvió a abrazarlas con todas sus fuerzas. Harry sonrió al verle así de feliz y los ojos le brillaron.
- No puedo estar más orgulloso del cambio que habéis tenido en los últimos meses. Solo os puedo aconsejar que no perdáis la esperanza, no de la forma en la que yo lo hice. Esperar a tener independencia económica y dejarles a los dos solos. Que vean lo que han conseguido hacer con tanto odio. Vivir al máximo porque nunca sabréis cuando puede ser vuestro último día. Y ya veréis como la vida pone a cada cual en su sitio. Tener paciencia y nunca perdáis la sonrisa, es algo demasiado bonito como para ocultárselo al mundo.-
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Clínica Cowell [ls]
Fanfiction❕Ya está disponible la historia editada, vayan a leerla en mi perfil.❗ || Harry Styles es ingresado en la Clínica Cowell, un hospital psiquiátrico situado a las afueras de Bradford, una ciudad inglesa en el ecuador del país, tras un intento de suici...