Louis dejó a Harry atrás y se encaminó a su habitación, número catorce.
Recordaba que su padre le obligaba a ir a jugar al fútbol, aunque a él no le gustaba y , su número en el equipo, era de hecho el catorce.
A Louis le gustaban muchos deportes. Entre ellos, el baloncesto o el atletismo. No eran deportes de chica, como decía su padre, cosa que a Louis le parecía ridícula.
Si te gusta un deporte, pues juega y punto. Nadie debería de negarte una cosa que te gusta, por el simple hecho de que a ellos les parezca más o menos masculino.
Troy pensaba que si Louis jugaba al fútbol , se haría todo un hombre y tendría decenas de chicas detrás de su hijo.
Al parecer, eso no fue así. Louis odiaba jugar al fútbol y no se esforzaba en absoluto. Su padre siempre le echaba en cara su comportamiento, pero Louis no lo mejoró.
No iba a matarse a jugar a fútbol cuando ese deporte no le agradaba. Sus principios se lo negaban.
Pero eso no era lo que más hacía sufrir a Louis; eran los comentarios que escuchaba de parte de sus compañeros.
La homofobia en su equipo estaba al día. Y no solo eso, sino que también estaba harto de los comentarios sexistas que hacían y que denigraban, la mayoría, a sus novias.
Era algo que él no podía entender. ¿ Por qué insultar a tu novia, la persona que se supone que quieres, de esa manera ?
Louis intentaba tardar lo menos posible en los vestuarios, ya que aparte de los comentarios de los demás, era algo incómodo para él, teniendo en cuenta que era gay.
El hecho de tener que ducharse con veinte chavales más era extremadamente incómodo para Louis.
Así pasaron seis años y, cuando Louis cumplió dieciséis, decidió dejar el equipo a escondidas, aprovechando que su padre estaba muy ocupado trabajando y ya no le iban a ver más a los partidos.
El tiempo que se suponía suponía que estaba entrenando, Louis aprovechaba e iba a casa de una amiga, Taylor.
Allí pasaban el rato. A veces estudiaban, otras veces salían y jugaban al baloncesto en unas canchas cerca de la casa o, incluso, acompañaba a Taylor a sus clases de ballet. Pero lo que siempre hacían, sin excepción ninguna, era drogarse.
Daba igual el día que fuese, siempre terminaban con algo de maría, coca o éxtasis en sus dañados organismos.
Louis había conocido a Taylor en casa de su camello. El ojiazul iba de vez en cuando a pagarle allí y un día se encontró a la chica allí.
Taylor fue muy amable y empezó a hablar con Louis y sacarle conversación.
Eso había sido hacía ocho años. Taylor se convirtió en la única amiga de verdad y con la que Louis podía contar siempre.
Desgraciadamente, Taylor sí murió de una sobredosis. Aquella vez no habían llegado a tiempo, como pasó con el ojiazul.
Louis pasó casi tres semanas sin salir de su dormitorio. Su familia lo achacó a una gripe y no le dieron mayor importancia. A Louis nunca le daban mayor importancia.
Desde aquella sobredosis, Louis empezó a consumir más y más y dejó de relacionarse con cualquiera que no fuese su camello o con los que se drogaba de vez en cuando.
Fue cuesta abajo y sin frenos.
Louis logró mejorar, pero jamás olvidaría la sonrisa de su prácticamente mejor amiga.
El ojiazul entró a su habitación y se encontró a un dormido Luke.
- ¡ Ya estás durmiendo !- exclamó Louis.
- Déjame capullo. No tengo nada mejor que hacer-
- En eso no te quito la razón.-
- ¿Qué tal con el psicólogo ?-
- Lo normal -
- Louis,¿Qué cojones es normal con un psicólogo?- exclamó Luke, mientras Louis se reía.
- Pues te pregunta sobre tu vida y tú le cuentas lo mierda que es. Básico. Además, no se qué esperan de pacientes de un psiquiátrico, arcoíris y unicornios. Pues movida tras movida. Mierda sobre mierda. Decepción tras decepción. Pero bueno, es su trabajo al fin y al cabo.-
- Lo sé, tío, lo sé -
Se quedaron un rato en silencio, hasta que llegó el enfermero con la cena y se la tomaron tranquilamente, mientras se quejaba de todo un poco.
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Clínica Cowell [ls]
Fanfiction❕Ya está disponible la historia editada, vayan a leerla en mi perfil.❗ || Harry Styles es ingresado en la Clínica Cowell, un hospital psiquiátrico situado a las afueras de Bradford, una ciudad inglesa en el ecuador del país, tras un intento de suici...