Clínica Cowell [ls]

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Louis POV

Entré en la sala, con un poco más de ánimo que la última sesión. Tenía ganas de mejorar , aunque no sabía exactamente por qué. Sabía que algo me empujaba a seguir adelante, una sensación que nunca había tenido. Espero descubrir su origen.

- Buenos días doctor Brown, ¿ me ha llamado hoy por algún cambio?- pregunté, ya que me dijo que sólo tenía que venir tres veces por semana.

- No, es solo que esta semana hay huelga en la clínica y somos varios profesionales que no vamos a estar presentes, solo eso. La siguiente sesión será dentro de seis días, en vez de tres.- me explicó.

- Vale, perfecto-

- Louis, como pude observar el otro día, hablar de tu familia no es algo que te agrade; pero necesito que, por lo menos en esta sesión, hablemos un poco más a fondo de ellos.-

- De acuerdo-

- ¿ Puedes empezar presentándolos?-

- Mi padre se llama Mark Tomlinson y mi madre es Johanna, aunque le llamamos Jay. Tengo cuatro hermanas menores, Felicite o Fizzy, Charlotte o Lottie y las gemelas Daisy y Phoebe.-

- ¿ Te solías juntar con el resto de tu familia o no ?-

- Normalmente no. Al ser tan intolerantes, el resto de la familia no querían guardar ningún tipo de relación con nosotros.-

-¿ Eso te afecta a tí mucho?-

- Como afectarme, sí me afecta porque no puedo ver a mi familia, aunque los entiendo perfectamente. No yo, que soy su propio hijo, quiero relacionarme con ellos. Ya se puede imaginar los demás.-

- Entiendo. ¿ Nada de reuniones familiares? -

- Casi nunca. A lo mejor veía a mis abuelos dos veces al año y a los demás ni eso. Si alguna vez venían a visitarnos, era por verme a mí.-

- ¿ A tí solo?-

- Sí, mi familia sabía que yo no estaba dentro de ese círculo de pensamiento, por eso hacían el esfuerzo de venir a verme, de vez en cuando. -

- De acuerdo. Háblame un poco de tus padres y la relación entre ellos.-

- Mis padres se conocieron en una conferencia en Londres. Mi padre era de Doncaster y mi madre de Liverpool. La conferencia era de dentistas, ya que los dos ejercían el trabajo. Empezaron a salir a los tres meses y, ya que mi madre no quería una relación a distancia, se mudó a Doncaster con mi padre. Allí montaron su propia clínica, donde siguen trabajando a día de hoy.-

- ¿ Tenían los dos los mismo pensamientos desde el principio?-

- Sí y no a la vez. Esos pensamientos siempre los han tenido, ya que a mis padres los criaron de esta manera, pero no de la manera tan radical en la que terminaron pensando. Mis abuelos no apoyan al colectivo LGBT, por ejemplo, pero si algún hijo suyo hubiera sido gay, lo hubiesen aceptado, más tarde o temprano. Justo al revés que mis padres, que han preferido perder a un hijo, por ser gay, que aceptarlo. Desde mi punto de vista, las creencias de mi padre con las de mi madre se complementan, por lo que juntos son más peligrosos para la gente que no toleran, como yo.-

- Has estado hablando de los pensamientos de tus padres y su rechazo a la diversidad sexual. ¿ Puedes profundizar un poco más en el tema ?-

- Por supuesto. Se puede resumir en una palabra: intolerancia. El colectivo LGBT , fuera. El feminismo, fuera. La religión: fuera. Cualquier persona que piense contrario a ellos: fuera. Es simplemente imposible discutir con ellos; como discrepes en la mínima cosa, bronca que te llevas y ni te dejan expresarte y argumentar tu punto de vista. Al final, mis hermanas y yo aprendimos a callarnos y guardar todo en algún recoveco.-

- Comprendo. Supongo que vivías en un ambiente machista. ¿ Me puedes explicar un poco sobre ello?-

- Sí. Mi madre, como pensaba igual, no había ningún problema entre ella y mi padre. Si uno de ellos no hubiese sido machista, hubiese sido un problema, pero no es el caso. Mi padre trabajaba en la clínica y en casa no hacía nada más. Mi madre le ayudaba en la clínica, como auxiliar; pero a la hora de llegar a casa, todavía le faltaba parte de la jornada. Ella era la que cocinaba, limpiaba, se encargaba de mis hermanas y de mí... Mi madre le propuso una vez a mi padre el contratar a una limpiadora para ayudarle, pero mi padre se lo negó, con el argumento de que ella era la que tenía que llevar a cabo todo ese trabajo, ya que era la mujer de la casa. Mi madre no se lo discutió.
Mi padre me prohibía ayudar a mi madre o a lo hermanas y ese fue uno de los principales motivos de mis peleas con él. Yo quería ayudarlas, ya que vivía en la misma casa, ensuciaba y comía lo mismo, pero parece ser que él no lo entiendía.

- ¿ Y el ambiente homófobo?-

Esta vez resoplé antes de empezar a hablar. Este era el tema que más me dolía, ya que me afectaba a mí directamente. Tuve que aguantar a mis padres y hermanas insultándome, de manera indirecta, años. Es algo por lo que sufrí muchísimo, ya que sentía impotencia de no poder hacer nada. Me armé de valor y empecé mi relato.

- Toda mi vida he tenido que aguantar comentarios homófobos, tanto en mi casa como en el colegio. Mis padres siempre han mostrado su odio hacia las personas del colectivo o, como ellos nos llaman, seres. No nos consideran ni personas. Mis hermanas, al criarse en ese ambiente, han terminado inculcando este odio, algo tremendamente doloroso para mí. El hecho de escuchar a mis hermanas comentar el asco que nos tienen era desolador para mí.

No aguanté más y rompí a llorar. Nunca había hablado de esto con alguien, excepto Taylor y hacía mucho que no vocalizaba mis sentimientos. El psicólogo me ayudó un poco a tranquilizarme y me ofreció un vaso de agua.

- Louis, creo que la sesión de hoy ha sido muy positiva, respecto a abrirte a mí de esa manera. No te presiones, iremos poco a poco. Si necesitas de alguna sesión de urgencia, solo avisa y veré si estoy libre. Ten un resto de semana bueno.

- Gracias doctor Brown, igualmente para usted.-

Me despedí y salí de la sala. Me relajé un poco más y me dispuse a esperar a Harry.