La cabeza de Louis descansaba sobre el hombro de Harry.
Ambos esperaban ansiosos frente a la puerta de la sala donde la doctora Smith se encargaba de sus pacientes.
No sabían porque les había llamado a los dos y menos el hecho de que tenían que ir juntos.
Pasaron unos diez minutos hasta que la puerta se abrió y la doctora les invitó a pasar, tan amable como siempre.
Era una profesional con la que los pacientes se abrían mucho, ya que todo lo que desprendía de ella era de colores amarillos, verdes y rosas.
El porqué de eso tenía una explicación. Una muy cruda.
Elisabeth Smith había sido abusada por su padrastro durante siete años.
Siete años de tortura, dolor y autolesiones.
Nunca se intentó suicidar, porque sus esperanzas de tener un futuro se mantuvieron intactas desde el primer día.
Quería dar a conocer lo que a ella no le dieron.
Estabilidad. Un hogar. Alguien en quien confiar. Tranquilidad. Un punto de inflexión entre todo el caos.
Por eso mismo había tenido la fuerza de denunciar a su abusador, salir de un ambiente familiar tóxico, estudiar la carrera de psicología y sentarse frente a personas que habían sufrido, o incluso más, lo mismo que ella.
Sabía que aquello era el porqué de su existencia. Ayudar.
Y se sentía satisfecha de poder hacerlo. Es por eso mismo que se sumergía en cada caso como si de ella misma se tratase.
Y es por lo mismo por lo que se había fijado en la pequeña relación que aquellos dos jóvenes sentados enfrente suya mantenían.
Porque en el momento en el que la presencia de Louis pasó a ser activa en la vida de Harry, su paciente había mejorado como nadie antes lo había hecho.
Quería exculparlo y quitarle cualquier tipo de odio interno que el chico sufría, ya que ese sería el punto de inicio.
Inicio hacia un futuro estable.
- Buenos días chicos. Supongo que estaréis extrañados por el hecho de que os haya mandado venir. El porqué de esto es algo simple. Me gustaría practicar una sesión compartida. Mi compañero, el doctor Brown, me ha dado el permiso de tratar este tema contigo, Louis. Lo primero que os quiero decir es que con esta sesión no quiero cambiar el pensamiento de nadie ni obligaros a pensar como yo. Solo quiero que esa pequeña astilla en vuestra mente pueda ser extraída de una vez. No me gusta ver a dos jóvenes con un futuro prometedor ser arrastrados por pensamientos de odio. Es por eso mismo que me gustaría que os abráis un poquito más y contéis vuestros malos pensamientos sobre la Iglesia y la existencia de Dios en sí misma.-
Ambos chicos se miraron entre sí, con una mueca de extrañeza. ¿ En serio eso era por qué les quería ver?
- Doctora Smith, no quiero sonar desagradable pero, ¿ usted cree que esto es necesario?- preguntó finalmente Louis.
- ¿ Odias a Dios?-
El chico no dudó al responder.
- Sí.-
- ¿ Crees en Dios?-
- No.-
- Ahora explícame el hecho de que odias algo que, según tú, no existe. ¿ Ves como si es necesaria la sesión?-
Louis agachó la cabeza y asintió, mientras Harry miraba a la doctora atónito.
- He tratado a más gente como vosotros, no penséis que sois los únicos con esa lucha interna. Normalmente llegamos a dos conclusiones. La primera es que Dios no existe y es ridículo estar enfadado con alguien que no existe. Lo segundo es que la creencia en Dios revive y entendemos que lo que nos ha pasado no es su culpa. Y lo importante aquí es que en ambas conclusiones nuestro odio interno desaparece y podemos volver a respirar tranquilos, como si una inmensa puerta se nos hubiera abierto en nuestras narices. Harry, me gustaría empezar contigo. Sé que en varias sesiones has mostrado un odio incandescente frente a lo que tu calificas como un ser superior que solo nos usa para sus juegos y que nuestro sufrimiento es divertido para él, ¿no es así?-
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Clínica Cowell [ls]
Fanfiction❕Ya está disponible la historia editada, vayan a leerla en mi perfil.❗ || Harry Styles es ingresado en la Clínica Cowell, un hospital psiquiátrico situado a las afueras de Bradford, una ciudad inglesa en el ecuador del país, tras un intento de suici...