24

829 89 47
                                    

HARRY POV

- Buenas tardes Harry. Toma asiento- apuntó dulcemente la doctora Smith.

Le dediqué una seca sonrisa y me senté en el cómodo sillón, frente al escritorio de ella.

- ¿ Qué tal la semana?- me preguntó.

Me paré a pensar la respuesta. ¿ Debía de decirle realmente como me sentía o simplemente un borde "bien"? Opté por la primera, ya que no me apetecía que se quejase y siguiese insistiendo.

Era algo que realmente me molestaba de la gente. Que insistiesen. Si yo no te he dicho algo, tendré mis motivos. No hace falta que me sigas preguntando.

También soy consciente que me irritan la mayor parte del comportamiento de las personas, sobre todo si mi persona se involucraba en ello, pero no podía cambiar eso. No todavía.

- No del todo mal. Me voy acostumbrando cada vez más al ambiente y, sobre todo, a la personas de mi entorno. Ya no estoy tan irritado como antes y puedo mantener una conversación sin desesperarme. En resumen, no tengo tantas ganas de morirme como antes- respondí, siendo lo más sincero posible.

- Me alegro. Ya verás como, poco a poco, irás acostumbrándote y los días no se te harán tan pesados. ¿ Qué te ha parecido la decisión del director de habilitar una biblioteca?-

- No soy un gran amante de la literatura, por lo que me da igual- respondí, no siendo del todo sincero.

Era verdad que no disfrutaba del todo leer. Lo que realmente disfrutaba era compartirla con mi padre. Él solía leerme antes de dormir, cuando mi madre todavía estaba en casa. Cuando se marchó, empecé a dormir con mi padre y leíamos los dos juntos. Cuando él enfermó, yo ocupé su lugar y era el que le leía a él. Eran de los mejores momentos que recuerdo con mi padre, era una forma de conectar con él, aún estando enfermo. Personalmente, disfrutaría más la literatura con un buen compañero.

- Aún así, te recomiendo que leas. Es una buena manera de evadirte y de pasar el tiempo tranquilo.- me recomendó.

- De acuerdo. -

- Harry, no quiero que te sientas presionado a hablar sobre nada, solo sobre lo que te sientas cómodo, ¿ de acuerdo ? -

- Vale-

- Perfecto. He revisado tu historial y lo más conveniente, desde mi punto de vista, es que dediquemos esta sesión a hablar un poco más y profundizar en el tema del acoso escolar. ¿ Te parece bien? -

- Como usted diga.-

- ¿ Recuerdas en qué punto empezó todo esto?-

- El primer comentario despectivo que recibí fue una semana después de que mi madre se marchase. Al parecer, todo el pueblo se había enterado de su partida cobarde. Cuando volví a clase, al entrar al aula , un chico pasó al lado mío y me dijo : "¿ tú padre también se va a ir, flaco ? ". Unos cuantos más, que estaban alrededor nuestra, le oyeron y empezaron a reírse. Para una persona que acababa de vivir el abandono de su madre, es una verdadera putada. Pero no pude hacer nada. Me quedé callado y seguí mi camino. Ese fue el punto decisivo y yo no fui capaz de defenderme. A partir de ahí, todo fue de mal en peor.-

- ¿ Se lo contaste a tu padre ? -

- ¿ Esto ? No. Ya lo estaba pasando mal como para añadirle otra preocupación. No se lo merecía.-

- Un pensamiento muy maduro para tu edad. ¿ Sentiste que estabas madurando demasiado rápido, saltándote etapas? -

- Al principio sí. Yo veía a los demás chicos y no los veía preocupados, ni estresados , eran alegres. Yo no. Después te acostumbras y no eres consciente del cambio psicólogo. -

Clínica Cowell [ls]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora