Clínica Cowell [ls]

20

A la hora de cenar, Liam apareció sentado en una silla de ruedas. Llevaba la pierna vendada.

Zayn hizo contacto visual y se aguantó la necesidad de ir corriendo hasta él y abrazarle. Por lo que esperó sentado en su mesa hasta que un enfermero acercó al chico hasta la mesa del lado. Como siempre, llevaba una sonrisa en el rostro.

Liam tenía esa cualidad tan especial, que hacía que todo el mundo estuviese cómodo junto a él. Él siempre estaba sonriendo, sin importar lo que estuviese sucediendo. Simplemente plantaba una sonrisa es la cara, que se sentía como si estuviese diciendo: " todo va a estar bien" .

Esa era una de las cualidades de Liam que más amaba Zayn y que le enamoró desde el principio. Siempre que algún mal ocurría, Zayn sabía que podía contar con Liam y, sabía a ciencia cierta, que el chico le iba a hacer sentir mejor. Se iba a sentir querido.

Esos sentimientos eran los que realmente Liam transmitía a los demás.

En el momento en el que Liam llegó a la mesa, Harry se adelantó a Zayn y se sorprendió disculpándose.

- Lo siento mucho Liam, no fue mi intención hacerte daño-

Mentiría si dijese que alguien alrededor suya mantuvo la boca cerrada.

Harry ya se había ganado la reputación de " bad boy " y, el hecho de estar disculpándose con Liam, sobre algo que no era su culpa del todo, les extrañaba.

Entre los chicos boquiabiertos, se podía distinguir una pequeña sonrisa, proveniente del ojiazul colocado enfrente del residente Styles.

- No te preocupes Styles, son cosas que pasan. Pero la próxima vez, el piececito relajado mamón- contestó Liam, consiguiendo que los chicos riesen.

El resto de la comida prosiguió con total normalidad. Los chicos hablaban entre sí, unos con más ganas que otros, mientras tomaban el pescado a la plancha con salsa verde que tenían de cena aquel día.

La verdad era que los chicos habían crecido en un mundo egoísta. Un mundo en el que todo el mundo habla y nadie escucha. Sólo hay caos. Sólo hay ruido. No hay paz. No hay tranquilidad. Pero,en la clínica, habían crecido como personas y habían aprendido a empatizar con los demás. Habían llegado a poner las necesidades de los demás por delante de la suya. Por lo que, normalmente, intentaban entablar conversación con los demás residentes o intentar actuar lo más normal posible frente a las relaciones sociales. Ellos eran conscientes que allí había mucha gente mal, depresiva, en el cuadro de no querer hacer nada. No comer, no hablar, no bañarse. Pasarse el día tumbados en la cama , sin siquiera querer pensar. Apagar todo. Pero también eran conscientes que, si todo el mundo se comportaba de esa manera, nadie avanzaría nunca. Eran consientes que se tenían que ayudar y apoyar los unos o los otros. Era algo muy simple, como hablar con el compañero de al lado durante las comidas o invitar a alguien a jugar en tu equipo de fútbol, algo tan insignificante fuera de aquellas paredes, se convertía en vida allí dentro.

Después de terminar de cenar, se dirigieron cada uno a su respectiva habitación.

En el trayecto hacia la habitación diez, Harry sintió, de repente, posarse una mano sobre su hombro izquierdo. Al girarse, se encontró una electrizante mirada azul sobre él.

- Harry, se que puede sonar como una tontería- empezó a hablar Louis, un poco dubitativo- Pero has hecho bien disculpándote con Liam, ha sido un gesto bonito-

El rizado se quedó vacilante ante las palabras de Louis. ¿ Por qué le decía aquello? ¿ A él ?

- Supongo que gracias- se sorprendió respondiendo.

Louis le dedicó una dulce sonrisa y dió la vuelta, dirección a su habitación.

En cuanto Harry entró a la habitación, encontró al rubio, de brazos cruzados, mirándole con una ceja levantada.

- ¡¿ Qué coño miras ?! -

- Tu puta cara amor-

- Me vuelves a decir amor y te borro esa sonrisa de la cara a base de puñetazos-

- Tiene sentido, el apodo se lo dejas a Tomlinson, ¿ no ? -

Harry se quedó boquiabierto, mientras Niall se reía de él.

- Tienes una puta obsesión con él ,  rubio- respondió.

- ¿ Yo ? Mira bonito, reconozco el amor a tres millas de distancia y, vosotros dos, os tenéis ganas-

- Y llegas a esa conclusión a través de...-

- Los ojos, Styles, los ojos -

- ¿ Y qué ves exactamente en mis ojos ahora mismo? -

- Ganas de ahorcarme-

- Ostia, pues sí que tienes talento para esto- dijo sarcástico el ojiverde, mientras se tumbaba boca arriba en su cama-

- No, pero ya en serio Styles. Deberías acercarte más a él o, por o menos, intentar entablar un poco más de confianza con él. - sugirió Niall.

-¿ Con qué propósito ? - 

- Joder Harry, eres experto en estresar a cualquier persona que te rodee, dios mío- exclamó, cosa que hizo reír al ojiverde- Harry, no sé si te has dado cuenta que la gente intenta rodearse de personas que les hagan bien, sobre todo en situaciones como la tuya o la mía. Styles, estamos jodidos, no es ninguna novedad. Lo que si parece una novedad para tí, es que tener amigos alivia los problemas.-

- No tengo esa necesidad de tener que relacionarme con los demás para estar bien-

- Harry, estás en un puto hospital psquiátrico por un intento de suicidio y en terapia con posible depresión. Tienes esa necesidad.-

El rizado no contestó a esto último. Se quedó pensativo, mirando hacia el techo. Tal vez Niall tenía razón, necesitaba realmente a alguien en su vida. Recordó los momentos en los que había sido feliz. Todavía tenía a su madre en su vida, tenía amigos en el colegio. Todo empeoró cuando la gente empezó a irse. Se fue quedando solo poco a poco y su salud mental fue yéndose con ellos.

- Además, es gay. Más oportunidades incluso- dijo el rubio, tras un breve rato de silencio.

- ¿Cómo lo sabes ?-

- ¡¿ Cómo es que no lo sabes!? - 

- Niall, no es mi puta culpa que seas un entrometido. No me importa la vida de los demás, tanto como a ti-

- Que aburrido eres, por favor. Además, eso lo sabe todo el mundo. ¿No escuchas a los demás durante las comidas?-

- No mucho- confesó.

- ¿No te suena ? ¿ Intento de suicidio ? ¿ Familia homófoba ? - 

- Joder, que no Niall. ¿ Qué se intentó suicidar porque su familia era homófoba ? -

- Sobredosis de heroína, sí-

- ¿ Qué es drogadicto?- exclamó el rizado, ciertamente sorprendido.

- Te juro que tienes que empezar a escuchar más a los demás, o terminaré por asesinarte-

Harry sonrió. Definitivamente, iba a hablar con ese chico.