32♥

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— Yoonoh ya pasó un mes, ¿podrías hacer el intento siquiera de salir de tu cuarto? — Dijo con un intento de tono tranquilo.

— Cuando entienda el por qué, tal vez lo haga. — Le respondió el menor. Su voz amortiguada ya que estaba debajo de sus cobijas.

Dongyoung tomó aire y luego miró el bulto que su amigo era en la cama, con el ceño fruncido.

— Ya es suficiente, Jung Yoonoh, no puedes pasarte el resto de tu vida aquí encerrado. — Le quitó todas sus cobijas, de encima. — Levántate.

— No.

— ¡Yoonoh! — Gritó exasperado. El nombrado lo miró sorprendido ya que Dong nunca le gritaba.

— Tú no entiendes lo que siento.

— Tienes razón. — Dijo suave. — Y sabes qué, tampoco quiero, no mientras sigas en este plan. — Se puso de pie y salió del cuarto. — Si te entiendo. — Murmuró para sí y se fue.

Volvamos un mes atrás para que entremos en contexto.

— ¿Pasa algo? — Le pregunto Dongyoung.

— Tae me dijo que quiere hablar conmigo pero sonaba totalmente serio.

— Taeyong es serio siempre. — Se estaba haciendo una idea de qué quería hablar su amigo con Yoonoh.

Hace ya unos días que le dijo sobre su compromiso y le pidió que no le dijera nada a Yoonoh, él mismo quería hacerlo.

No creyó que su amigo cediera a un capricho de su madre, pero conociendo a esta, ya se hacía una idea de cómo logró que Taeyong accediera sin poner pero alguno.

Yerim.

Usar a una niña era muy bajo y más cuando se trata de su propia hija pequeña. En fin, ahora estaba frente a Yoonoh, mordiéndose la lengua para no decir nada imprudente.

— ¿No sabes si le pasó algo?, te pregunto a ti porque eres su mejor amigo.

— Si, soy su mejor amigo pero no quiere decir que me cuente todo lo que pasa en su vida. Ya no somos unos adolescentes con preocupaciones.

— Pero aun las tienen.

— Cálmate, Yoon. No creo que sea algo tan malo.

"bueno si, pero no me corresponde a mi decírtelo, por más que me muera por." Pensó.

— Tienes razón. A veces Tae es un poco misterioso que da miedo.

Dongyoung tenía un extraño sentimiento instalado en el pecho, no sabia cómo describirlo, pero el solo hecho de imaginar a Yoonoh triste, se lo provocaba.

— Quédate a su lado, ¿si? — Le dijo Taeyong.

Estaban tomando un licuado en una cafetería cerca de su empresa.

— Lo he estado desde que tengo dieciocho años, no creo que ahora sea diferente.

— Ahora podrías intentar algo. — Por poco se ahoga con su licuado.

— ¿Cómo? — Taeyong sonrió

— No creas que no me di cuenta de que te gusta. — No sabía qué decir.

— Tae, yo, perdón.

— Oye, tranquilo, tampoco voy a tratarte como si fueras un cualquiera. Nadie controla lo que siente por alguien más.

— ¿Cómo lo notaste? — Se atrevió a preguntar.

— Te brillan los ojos cuando estás con él o cuando hablas de él y tu sonrisa es más brillante. — El semblante que su amigo tenía al hablar, emanaba tranquilidad, como si no le afectara que él estuviera enamorado de su novio.

The Heirs ⭐NCT⭐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora