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— ¿No crees que ya debes dormir, nena?

— No, aun no, quiero seguir jugando contigo.

— Pero mañana debes ir a la escuela y si no duermes ahora, te dormirás en tu lugar mañana y tu maestra va a regañarte y ¿tú no quieres eso, verdad?

— No, no quiero que me regañe. — Con eso la pequeña Yerim salió corriendo hacia su habitación y dejando a TaeYong con una sonrisa estúpida.

Desde el divorcio de sus padres TaeYong tenía contadas las sonrisa sinceras que había mostrado.

Su padre se llevó a Jisung, su pequeño hermano a USA ya que siempre fue muy apegado a él; En cambio TaeYong prefirió quedarse con su madre.

Aun estando divorciados, su padre nunca dejó de preocuparse por él, lo visitaba dos veses por mes, durante las vacaciones se lo llevaba con él para que pudiera estar con Jisung, nunca se olvidó de felicitarlo en sus cumpleaños, nunca tuvo que recurrir a comprarlo con regalos y cosas materiales, porque a pesar de la distancia, su padre siempre buscaba la manera de estar cerca de él.

Su padre le dio la noticia a Jisung y a él de que se iba a casar, cuando tenía catorce años.

No le sorprendio mucho, por que ya conocía a la novia de su padre, era una mujer buena que nunca les falto el respeto ni a él ni a su hermano y siempre trato de llevarse bien con ambos.

Después de la boda, TaeYong dejó de visitarlo seguido, con la excusa de "Ya tienes una familia, así que no quiero importunar" y aunque la esposa de su padre insistiera con lo contrario TaeYong siguió con esa idea.

Eso no quiso decir que no siguiera en contacto y visitandolos algunas veces, claro que siguió haciendolo, porque claro, era su padre y además de que su hermano también estaba lejos.

A la edad de dieciocho TaeYong se encontraba estudiando para un examen importante que tenía al dia siguiente, cuando escuchó la voz de su madre, pero no venía sola, venia acompañada de un hombre.

Al bajar y dirigirse a la puerta de entrada, ahí se encontraban ambos, su madre y ese hombre aun desconocido.

Cuando su madre le prestó atención lo único que le dijo y que dejo a TaeYong totalmente atolondrado fue "Cariño saluda a tu padre".
Luego de eso, se encerró en su cuarto y no volvió a salir hasta el otro día que debía irse a la escuela.

A la hora del desayuno de esa mañana, se levantó como siempre se dió una ducha, lavó sus dientes, se puso el uniforme, guardo lo poco que había dejado fuera de su mochila y bajó.

Estaba desayunando de lo mas tranquilo esperando a que su madre terminara de arreglarse para irse juntos como todos los días, hasta que apareció ese hombre.

— ¿Todavía no te has ido? ¿Qué estás esperando, mocoso?

— ¿A mi madre?. —  TaeYong le respondió con una ceja levantada.

— A partir de ahora, te vas a ir solo, porque tu madre, debe quedarse a prepararme el desayuno. Además ¿tienes cinco años o qué? Ya estás lo bastante grandecito como para que tu madre te siga llevando a la escuela. Y a parte de eso, no se me antoja verte la cara todos los días a esta hora, solo me amargarias el desayuno. Ah y mas vale que vayas buscando un lugar donde vivir, porque a partir de la otra semana te quiero fuera de aquí.

Y es ahí cuando TaeYong se dio cuenta de por qué aquel hombre se había casado con su madre a espaldas de todos, queria quedarse con el dinero.

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