The Heirs ⭐NCT⭐

27👑

Nunca creyó que vería esos ojos en una situación como en la que se encontraban.

— Es un honor conocerlos, Señora Kim.

— Lo mismo digo, Señora Leechaiyanpornkul.

Si Taeyong odiaba a su madre, en estos momentos la odiaba mas.

— Podrían explicar esta situación por favor. — Trataba de controlar su enojo.

Su madre posó su mirada en él

— Los papeles que firmaste el otro día, decían que aceptabas la última voluntad de tus abuelos.

— ¿Y cuál era esa última voluntad?

— Tu compromiso con el joven aquí presente. — Miró a Chittaphon. — Y por ende la boda también.

Eso era la sopresa mas grande que les habían dado en sus vidas pero una desgradable, para ambos.

— ¿Podemos hablar a solas, madre? — Hablo Taeyong entre dientes, la mujer asintió y lo siguió fuera de la sala.

Mientras que Chittaphon quedó dentro de esta junto a su madre.

— No me digas que los papeles que firmé son los mismo que él firmó. — Habló.

— Debías hacerlo. Tu padre lo quiso así.

— Podias habérmelo dicho.

— ¿Habrías aceptado? — Su hijo la miró. — Dime Ten, ¿Lo habrías hecho?

— Claro que no. — Dijo algo alterado. — Es una completa locura.

— No hay vuelta atrás.

La frustracion comenzaba a invadirlo.

Cómo es posible que su madre lo haya entregado así como así a alguien que no conoce en absoluto.

— De verdad que estás loca, mujer.

— Soy tu madre.

— Claro, mi madre. Mujer prácticamente me vendiste a quien sabe quien y peor aún es que me engañaste.

— Yo no te engañé. Solo seguí instrucciones.

— Bien. Ni creas que seguiré esta estúpida orden tuya que según tu tenías.

— Taeyong.

— ¡Nada!

— Das un paso mas para salir de aquí y no vuelves a ver a Yerim. — Se volteo y la miró incrédulo.

— A Yerim no la metas en este lio.

— Hablo en serio, tu sales por esa puerta y me aseguro de que no la vuelvas a ver

Su madre sabía que cartas mover para que él haga lo que ella quiere.

Sabía que su madre si era capaz de llevarse a su hermana incluso a un lugar remoto para que no lograra verla.

No iba a permitir eso. Yerim es su vida completa.

— Buena jugada, Kim Sunghee. — Su rostro sin ningún tipo de expresión

— Vuelve a la sala

Antes de entrar a la sala la encaró.

— Te juro por mi vida que pelearé la custodia de mi hermana.

— Camina, Taeyong.

Maldijo a su madre por lo bajo en todos los idiomas terrestres.

— Ahora podemos hablar tranquilamente los cuatro.