The Heirs ⭐NCT⭐

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- ¡Tío Yukhei! - La chillona voz de su sobrina lo hizo reaccionar.

- Dime, cariño. - Se puso a su altura.

- ¿Me compras un algodón de azúcar? - Le preguntó con ojos brillantes.

- Tu madre me matará si se entera que te compre dulces. - La pequeña hizo un puchero.

(~)

- No soy un niño como para que le tenga que pedir permiso a mis padres para comer algo que me gusta. - Jungwoo se cruzó de brazos e hizo un puchero.

- Es verdad, no eres un niño. Pero en estos momentos si pareces uno al estar haciendo un berrinche. - Rio y sacudió los cabellos del menor.

- Yukheeeii, por favooor.

- Ya, está bien. - A esas alturas ya le era imposible negarle algo a Jungwoo.

(~)

- Vamos a casa. La próxima vez te lo compraré. - Su sobrina se dió media vuelta y caminó delante suyo, molesta.

"Él hacía lo mismo"

Hace una semana que no veía a Jungwoo. Solo hablaba con él pero por temas de trabajo. Notaba en su voz la distancia que quería mantener, ya no lo trataba de tú, volvió a llamarlo abogado Wong. Mentiría si dijera que cada vez que lo llama de esa forma una molestia no se instala en su pecho.

¿Pero qué podía hacer? Él fue el idiota que buscó eso.

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- Te ves mejor de lo que creí. - Minho entró en su oficina con una carpetas en las manos que supuso eran de su laboratorio.

- Te lo dije cuando pensé en lo que iba a hacer. No porque me rechazara me voy a derrumbar, simplemente me voy a sentir triste porque mi mundo no tiene porqué girar entorno a él. - Le respondió mientras leía cada uno de los documentos que Seokmin le entregó esa mañana.

- Cualquiera en tu lugar estaría encerrado en su cuarto, viendo series mientras come cinco kilos de helados y llora. - Jungwoo levantó su mirada y observó a su amigo con seriedad.

- Minho si has venido a hablarme de cosas que no son relevantes en mi vida ahora, te pido que te vayas, estoy ocupado y todavía debo estudiar.

- Lo siento, no era mi intención ponerte de mal humor.

- Lo hiciste y sabes muy bien que cuando estoy de mal humor no voy a tratarte con mucha amabilidad a pesar de ser mi mejor amigo.

Y tenía razón, ya hubo varias ocasiones en dónde Jungwoo estaba algo insoportable y él salió perdiendo.

Se puso de pie y tomando sus cosas, se despidió de Jungwoo que apenas levantó su mano en forma de saludo.

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Suspiró y se recostó en su silla. Al fin había terminado de revisar las propuestas que el equipo de marketing le había enviado. Tenían buenas ideas pero aún debía organizar una reunión para tomar decisiones finales.

Mientras guardaba los archivos que había hecho en la compuerta, su puerta fue golpeada suavemente.

- Joven Jungwoo, el señor Park lo está buscando.