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Con la velocidad con la que llegó la maldita noticia, también llegó el día en el que empezaba su infierno.

— Cambia esa cara.

— Es la única que tengo, Dong Xi Gao. — Dijo Sicheng en un tono algo sarcástico

Desde que su padre lo condenó a muerte prácticamente, lo ha llamado por su nombre. Para él ya no se merecía que lo llame padre.

— Sabes lo que tienes que hacer si no quieres perder lo que amas.

— Créeme que lo sé muy bien, pero no te confíes mucho de mi, porque cuando menos te lo esperes te mandaré al infierno.

— ¿Me estás amenazando, hijo?

— Tuve al mejor maestro, ¿No lo crees? — Preguntó con una sonrisa ladina.

Después de la esposa de su padre, este era la segunda persona que mas odiaba en el mundo.

Su madre le había enseñado a no tener odio en su corazón pero como en todas las cosas, situaciones y personas hay una excepción.

"Lo siento, mamá".

— Siempre te veo vestido de manera formal pero por alguna razón ahora te veo diferente.

— Deja de decir estupideces, Takuya— Dijo medio asesinando a su amigo, con la mirada.

— No estoy de broma. En serio de te veo diferente.

— ¿Diferente en qué? Soy el mismo de siempre.

— No lo sé. — Takuya lo miraba de pies a cabeza.

No, no podía encontrar lo raro que le veía.

— ¿Estás seguro de esto? — Preguntó.

— Ya estoy harto de mi madre.

— No es un motivo, además... ¿No crees que deberías pensar en el chico?

— ¿Sicheng? Llegamos a un acuerdo. — Respondió tranquilo.

— ¿Acuerdo?

— Si. Después de esta tediosa ceremonia y festejo, todo será como siempre ha sido, él por su lado yo por el mio. Ninguno de se mete en la vida del otro y así.

— Vaya que piensas en todo.

— Por supuesto, ¿o qué creiste?, ¿que iba a atarme de verdad a alguien?

— ¿Prácticamente lo estas haciendo?

— Para nosotros esto no tiene valor, ni sentido. Solo firmaremos un maldito papel y ya.

— A veces no sé qué es lo que pasa por tu cabeza.

— Simplemente no pienso perder mi libertad por algo que no me gusta.

Takuya solo se quedó mirando a su amigo. El Yuta que tenía en frente no era el Yuta de hace seis años.

Yuta antes era una persona cariñosa, ahora pareciera que no tiene sentimiento alguno y todo por culpa de aquella mujer que solo jugó con él.

Aún tenía una pequeña esperanza de que llegue alguien y pueda romper ese caparazón que creó alrededor de su corazón y lo ayude a ser quien era antes porque quería ver feliz a su amigo.

— Sal de aquí, debo hablar con este idiota que tienes por amigo. — La voz de la madre de Yuta lo sacó de sus pensamiento.

Con una pequeña reverencia se despidió y salió de la habitación.

— Mas te vale que no cometas ninguna estupidez en tu matrimonio.

— Y con eso te refieres a que...

The Heirs ⭐NCT⭐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora