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— ¡Lee Taeyong! — La voz aguda de Seulgi lo volvió a la realidad.

— ¡¿Por qué gritas?! — La miró con el ceño fruncido.

— Porque hace media hora que estoy hablándote y tú no das señales de que quieras escucharme.

— Repite lo que me estabas diciendo. — Se recostó en su silla.

— Tienes una reunión en menos de veinte minutos. — Taeyong suspiró.

— ¿Algo más?

— Llamó la maestra de tu hermana.

— ¿Pasó algo? — Se preocupó. Seulgi sonrió.

— Si, Yerim ya está de vacaciones, idiota. Debes pasar por su libreta de calificaciones más tarde. — Solo con eso se relajó.

Pero su tranquilidad no duró demasiado. Ten entró corriendo a su oficina, algo alterado.

— ¡Taeyong! — El nombrado se puso de pie y se acercó a él rápidamente.

— Oye, tranquilo, respira.

— Yoonoh... Hospital... Dongyoung... Accidente.

— Ten, Ten, respira y recién habla porque no te estoy entendiendo nada. — El menor le hizo caso.

— Yoonoh llamó a la casa porque tú no respondías tu celular.

— ¿Yoon? ¿Qué te dijo? — Ten apretó sus labios antes de hablar.

— Dongyoung está en el hospital. Tuvo un accidente.

— Pero si hace menos de una hora estaba conmigo. — Corrió hacia la puerta. — Seulgi cancela la reunión y reprogramala. — Le ordenó a su secretaria.

— Mejor ve con él, está alterado y no es bueno que maneje en ese estado. — Le dijo Seulgi a Ten.

No dudo ni un segundo, al llegar al elevador este ya había cerrado sus puertas. Bajaría por las escaleras, directo al estacionamiento. Increíblemente llegó antes que Taeyong.

— ¿Qué haces? — Preguntó confundido cuando Ten le quitó las llaves.

— A menos que quieras tener un accidente también, te dejaré manejar. — Taeyong solo se subió al auto. Ten del lado del conductor.

Todo el camino al hospital Tae estuvo con su tic nervioso.

— Si sigues así, no te dejaré bajar. — Le dijo Ten.

— No eres nadie para prohibirme cosas. — Detuvo el auto.

— Escucha bien lo que te voy a decir. — Lo tomó de la corbata. — Sé que no nos conocimos de la mejor forma, pero en este tiempo te ganaste mi corazón. Me preocupas y si te dejo entrar al hospital en el estado que estás te estaré poniendo en peligro. — Dijo. Su mirada se clavó en la de Taeyong. — Soy tu prometido y te voy a cuidar. A pesar de que tú no me quieras como yo lo hago. — Finalizó.

Taeyong se quedó en silencio, preocesando lo que Ten le acaba de decir. Y de pronto la voz de su mejor amigo llegó a su mente.

"Piensa el por qué estás siendo un idiota"

Y si, estaba siendo el idiota más grande del universo. Se encerró tanto en sus "sentimientos" por Yoonoh, solo por capricho. Solo quería llevarle la contraria a su madre y sin darse cuenta lastimo a la persona que en menos de un año se robó toda su atención.

Ten no solo con su lindo rostro se ganó su corazón, sino también con su forma de ser. Es alguien sencillo, sincero. Ha visto cómo trata a todas las personas a su alrededor. Con Yerim es un sol, siempre preocupándose porque esté bien, si ha comido o si ha hecho sus tareas. En fin, Chittaphon Leechaiyanpornkul, Ten, ha entrado en lo más profundo de su ser.

The Heirs ⭐NCT⭐ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora